Talentos de la UAI causan furor en la industria del videojuego

La Licenciatura en Producción de Simuladores y Videojuegos de la Universidad Abierta Interamericana (UAI) ha dado pasos firmes desde su creación, experimentando un notable crecimiento que la posiciona como un semillero de talento y creatividad. Sus estudiantes y graduados se destacan, no solo por sus propuestas innovadoras, sino también por estar dejando una huella en una industria en constante expansión.

Como representantes de esta cantera creativa, Alejandro Biga, Thomás Alonso, Gonzalo Biagioni, Ignacio Ponce (alumnos de la Sede Rosario), y Franco Di Maggio, Jeremias Alonso y Mariano Di Mónaco (exalumnos) han trascendido los límites de la Universidad con su proyecto “La Salamanca”. Este grupo de jóvenes, reunidos en la empresa Carpincho Studio, desarrollaron un videojuego basado en la leyenda originaria de Santiago del Estero. La historia se centra en una cueva donde, según el folclore, brujas y demonios realizaban rituales oscuros.

En la versión de Carpincho Studio, los jugadores deben enfrentar pruebas impuestas por el Supay, una entidad demoníaca, que promete cumplir los deseos de quienes sobrevivan a los desafíos de la cueva. "La Salamanca" es una experiencia inmersiva de terror psicológico en primera persona en que el protagonista atraviesa diferentes secciones, resuelves acertijos y se esconde de los horrores que acechan en las sombras de un sinuoso complejo de apartamentos.

“Originalmente nosotros teníamos la idea de hacer un videojuego de terror, pero la idea como tal no surgió hasta más adelante cuando quisimos implementar algún elemento local de Argentina. Investigando, nos topamos con la leyenda de 'La Salamanca', y nos gustó tanto la idea que está basado en ese mito. Después el juego sufrió bastantes cambios, hasta ser lo que es hoy en día”, afirma Thomás.

En el mismo sentido, Alejandro relata: “Nació como un proyecto de diversión y aprendizaje entre amigos que, con el paso del tiempo, nos fuimos tomando más y más en serio al punto de dedicarle un esfuerzo constante, lo cual resultó en que tengamos cierta llegada al público. Además de lo que nos impulsó al inicio, ahora el objetivo es lograr un éxito comercial y poder establecer nuestra empresa en el mercado” (Ver AQUÍ).

Biga es uno de los programadores responsable de los sistemas de mecánica del juego y actor de voz de algunos de los personajes, ya que todos cuentan con voces hechas por los propios desarrolladores. Alonso, es el otro programador encargado de la IA de los enemigos y sistemas frontend del motor. “Utilizamos Unity, pues este es el motor en el que más experiencia tenemos y nos resulta más cómodo. También por su fácil portabilidad a otras plataformas”, explica Thomás.

“Nuestro videojuego es de género terror/suspenso en primera persona, de un solo jugador. Es un juego con historia, narración y leyenda totalmente argentina, puesto que 'La Salamanca' es un rito pagano de la provincia de Santiago del Estero el cual consiste en superar un par de pruebas para acceder a hablar con el demonio o Supay, como narra la leyenda, por algún tipo de favor o poder”, cuenta Alejandro. “Por ahora está pensado para PC. Ahora mismo solo funciona en Windows, pero nuestra idea es que también lo haga en Linux y Mac por igual”, agrega Thomás.

El juego actualmente está casi completo. “Si bien casi todos los sistemas, mecánicas y mapa de juego están casi terminados requiere de mucho playtesting puesto que, al tratarse de un juego narrativo donde se le da cierta libertad al jugador, necesitamos pulir el flujo de juego para que el mismo jugador no pueda 'romper' la dirección del mismo”, indica Biga y añade: “Por ahora contamos con una demo del prólogo y planeamos sacar otra más de forma gratuita en Steam, de otro de los niveles para mostrar las dos caras del juego”.

La repercusión de “La Salamanca” fue impresionante reverberando en medios de comunicación locales y nacionales, siendo invitados a participar en la convención internacional Crack Bang Boom de Rosario y la primera Exposición Santafesina de Videojuegos, organizada por el Ministerio de Desarrollo Productivo de Santa Fe en la ciudad capital. “Nunca esperamos tanto apoyo o que llegara a tanta gente. Nos invitaron a participar en varios eventos, además de notas en medios periodísticos importantes como programas de radio o especializados en videojuegos”, confiesa Alejandro, mientras que Thomas destaca la respuesta altamente positiva que recibieron de los usuarios: “Hemos tenido un feedback bastante útil que ya planeamos aplicar en el juego”.

Carpincho Studio nació como un proyecto colaborativo de un grupo de amigos para darle vida a un videojuego. "Le dimos una denominación más argentina para el animal capibara”, asevera Biga y Alonso ratifica: “Originalmente surgió un poco como una broma, sobre todo el nombre, pero al final cuando decidimos formar el estudio, pasó a ser algo real. Nosotros somos, ante todo, un grupo de amigos, que tenemos el mismo sueño de diseñar y publicar nuestros propios videojuegos, es por eso que nos juntamos”.

“Como aficionados de los videojuegos, uno podría limitarse a simplemente decir: 'Me gustan los jueguitos', y listo”, reflexiona Thomás y añade: “Pero en mi caso además de eso, creo que por un lado más creativo que tengo desde chico, me encanta crear contenido o cosas para que la gente pueda jugar o usar. Antes de 'La Salamanca' hacia mods para juegos, y cuando era más chico hacia mapas en juegos como Minecraft o Little Big Planet”.

Estos jóvenes programadores, unidos por un sueño compartido, buscan establecer su empresa para continuar desarrollando sus propios juegos, como lo han hecho con “La Salamanca”, inspirados por la cultura argentina. Con miles de seguidores en redes sociales, y una creciente lista de deseados en Steam, la pasión de estos embajadores de la UAI se ve recompensada con un contenido original de calidad reconocido por los propios usuarios.