• Publicado en: 2025

Ana Montagna: “Me siento referente porque nunca me rendí”

Ana G. Montagna es graduada de Ingeniería en Sistemas por la UAI y actual Head of Sales en Hiberus. Su trayectoria profesional, marcada por la perseverancia, la maternidad y la pasión por la tecnología, la convirtió en una referente para muchas mujeres del sector. En el marco de su participación como disertante en el encuentro “Mujeres en TI”, organizado por la Facultad de Tecnología Informática, compartió con las participantes su historia y también una mirada valiosa sobre el rol femenino en un ámbito históricamente masculinizado.

Por varios motivos, siempre estuve en contacto con la UAI. Desde hace un tiempo siento la necesidad de tener un vínculo más activo, y de actualidad. En un reencuentro laboral con Susana (Darin), conversamos sobre la importancia de la mujer en un ámbito tecnológico. Y ese fue el disparador para vincularme nuevamente con la universidad”, relata Ana, con entusiasmo por este reencuentro con su casa de estudios.

Ser disertante, dice, le permitió tener contacto directo con estudiantes que atraviesan las dudas, miedos y desafíos propios de quienes recién comienzan: “Me da la oportunidad de ver directamente a la cara a los estudiantes y entender cómo se reflejan esas inquietudes. Yo también estuve ahí, y sé lo que significa”.

Su historia profesional comenzó mientras cursaba el primer año de carrera. “Mi primer trabajo fue de data entry, luego di capacitaciones de cómo utilizar Windows, Word y Excel en un ambiente corporativo. Esa relación con el usuario interno me entusiasmó. Descubrí que a través de la tecnología, quería seguir en contacto con la gente”.

Esa búsqueda constante la llevó a especializarse en un rol híbrido y estratégico: “Mi trabajo se fue inclinando hacia ser especialista técnica, interpretando las necesidades del cliente y construyendo una solución. Hoy lidero equipos de ventas, pero con una sólida base técnica que me permite comprender integralmente los proyectos”.

Sobre su paso por la universidad, no duda en destacar el aporte que significó para su desarrollo profesional: “La UAI fortaleció mi autoconfianza, dándome bases ‘duras’ de conocimiento que me permitían sostener conversaciones con CIOs de otras empresas. La carrera de ingeniería me abrió posibilidades de tener una visión global del negocio, de la solución, de cómo hacer integraciones de hardware, software y personas”.

A lo largo del tiempo, Ana no solo consolidó su carrera en empresas tecnológicas, sino que también construyó una historia de superación personal. “Me siento referente para otras mujeres porque me recibí habiendo sido madre el año anterior, trabajando desde temprano y sin rendirme a pesar del paso del tiempo”.

Ese compromiso se reflejó en la última charla, cuando una estudiante le agradeció por su mirada sobre un rol poco explorado por mujeres en la industria: “Una alumna entendió cómo articular el área tecnológica con la actividad comercial. Ese es un rol poco aprovechado por las graduadas, y me alegra haber sembrado esa inquietud”.

Ana Montagna es una de las tantas graduadas que no solo representan el espíritu de la UAI, sino que también devuelven su experiencia como forma de inspirar a nuevas generaciones. Con empatía, convicción y humildad, es parte de una comunidad que apuesta por un futuro más equitativo, inclusivo y preparado.