• Publicado en: 2025

“Vibeline”: estudiantes de la UAI crearon un evento donde la risa será la protagonista

El próximo 8 de noviembre, un grupo de estudiantes de la Universidad Abierta Interamericana llevará a cabo Reír es la respuesta, una propuesta que combina humor, gastronomía y ambientación bajo el lema “Porque la mejor terapia es una carcajada.”

Los alumnos Martina Aquino, Martín Bosero, Erika Fiamingo, Franco Fidalgo, Paloma González Moller, Delfina Jáuregui, Camila Juan, Candela Repetto e Indira Simanavicius son los responsables de esta iniciativa que busca ofrecer una experiencia integral de disfrute, conexión y bienestar.

“La idea surgió entre charlas del grupo cuando pensamos en algo que nos divierta tanto a nosotros como al público. Coincidimos en que la comedia y el stand up son una gran forma de conectar, relajar y disfrutar una noche distinta. Lo elegimos porque queríamos un evento accesible, cercano y con buena energía”, contaron los organizadores.

Inspirados por la necesidad de generar espacios de encuentro luego de semanas intensas de estudio, el grupo decidió apostar por el humor como hilo conductor. “Nos inspiró la idea de que el humor une y mejora cualquier momento. Sentimos que todos necesitamos reírnos un poco, y quisimos transmitir ese mensaje a través del lema.”

Más que un espectáculo, “Vibeline” busca convertirse en una experiencia completa, pensada para que los asistentes puedan relajarse y disfrutar. “Queríamos transmitir alegría, conexión y un clima de bienestar compartido. Más que un simple espectáculo, buscamos que el público se sienta parte y pueda desconectarse de la rutina.”

Cada detalle fue cuidadosamente planificado: el lugar elegido —una sociedad de fomento—, la ambientación, la música y la propuesta gastronómica. “Pensamos cada aspecto para mantener una atmósfera relajada y divertida, donde todo el público se sienta cómodo y bien recibido.”

La organización del evento implicó varios desafíos. “Fue un desafío grande porque implicó coordinar todo: artistas, sonido, comida, ambientación y difusión. Lo más difícil fue lograr que todo encaje en tiempos y presupuesto, pero el trabajo en equipo lo hizo posible.”

El grupo se dividió por áreas —producción, ambientación, catering y técnica—, lo que fortaleció la dinámica colaborativa. “Aprendimos a confiar en el otro y entender que cada rol es esencial para que el evento salga bien.”

También hubo lugar para los imprevistos y las anécdotas. “Desde pruebas de sonido improvisadas hasta cambios de menú de último momento, todo fue parte del aprendizaje”, recordaron entre risas.

Durante la producción, los estudiantes aplicaron gran parte de los contenidos aprendidos en la carrera. “Aplicamos mucho de lo que vimos en organización, protocolo, comunicación y relaciones públicas. También en la planificación del cronograma y la coordinación de proveedores, que son claves en cualquier evento.”

El aprendizaje fue tanto profesional como personal. “Aprendimos la importancia de planificar, comunicar y resolver imprevistos con creatividad. También que el trabajo en equipo es la base de todo evento exitoso.”

El objetivo es claro: que el público se vaya feliz. “Queremos que se lleven una sonrisa, un buen recuerdo y ganas de volver. Si alguien sale más contento de lo que llegó, ya cumplimos nuestro objetivo.”

Además, los organizadores destacaron la importancia de este tipo de espacios en la vida universitaria. “Son espacios fundamentales de encuentro, expresión y aprendizaje fuera del aula. Permiten poner en práctica lo que aprendemos y conectar con otros desde lo humano.”

Finalmente, miran al futuro con entusiasmo. “Nos encantaría seguir haciendo eventos de comedia con identidad propia, mezclando humor, gastronomía y ambientaciones temáticas.”

Y dejaron un mensaje para los próximos estudiantes que se animen a producir su primer evento: “Que se animen, que disfruten del proceso y que confíen en su grupo. Todo evento tiene obstáculos, pero ver el resultado final hace que valga la pena.”