Patrimonio arquitectónico de Rosario, un atractivo para descubrir

Esta investigación se ha propuesto como objetivos principales registrar y dar a conocer el valor patrimonial de la arquitectura utilitaria en particular la de los mercados de productos de alimentos, como paso previo a las acciones de preservación e incorporación como atractivos turísticos de Rosario”, afirma la doctora Analía Brarda, directora de la Facultad de Turismo y Hospitalidad, e investigadora a cargo del trabajo: “Los mercados de alimentos en la ciudad de Rosario”.

Desde fines de siglo XVIII, el proceso de industrialización generó la necesidad de construir nuevos tipos de edificios que respondieran a los desafíos de esta transformación económica y social (fábricas, estaciones de ferrocarril, galpones, mercados, etc.), demandando a su vez que estos fueran más económicos, de rápida construcción y al mismo tiempo que aportaran soluciones técnicas para las nacientes necesidades.

Rosario, a partir de mediados del siglo XIX, empezó a comercializar los productos alimenticios en espacios abiertos tales como el de “Las Carretas de Frutos del Interior”, ubicado en la actual Plaza López (Pellegrini y Laprida) y el de “Las Carretas del Interior”, hoy Plaza San Martín.

La investigación dirigida por la Dra. Brarda, con la colaboración de la profesora Arq. Berenice Blanco, señala que poco tiempo después, por cuestiones de salubridad, estas actividades se fueron ubicando en establecimientos físicos específicos que surgieron a principios del siglo XX como los edificios del “Mercado Central” (San Luis y San Martín), “Mercado Norte” (Tucumán y Mitre) y el “Mercado Sur o Abasto” (Pasco y Sarmiento), el “Mercado Modelo” (Boulevard Oroño y Salta), el “Mercado El Porvenir” (Avellaneda y Av. Luis Cándido Carballo), la “Feria Modelo” (Rioja y Corrientes) hasta llegar al “Mercado de Productores Rosario”, construido en 1964 sobre el Boulevard 27 de Febrero. “Con el tiempo estas instalaciones, por diferentes motivos, principalmente políticos, fueron desapareciendo o se transformaron, perdiéndose con ello parte de la memoria ciudadana”, explica.

Hasta el momento los valores culturales y patrimoniales de estas instalaciones han sido escasamente estudiados, preservados y divulgados. Por ello, este trabajo ha iniciado un registro histórico de dichos bienes mediante un relevamiento fotográfico y de estado actual, recolectando planos e información, lo que permitirá en una etapa posterior poder incluirlos en un plan de gestión turística, potenciando circuitos y destinos emergentes.