Importante estudio sobre los consumos de los universitarios
Un estudio realizado en conjunto por el CONICET, la Universidad Abierta Interamericana y la UBA, puso de manifiesto la relación entre ese grupo social (alumnos universitarios), y el consumo de alcohol y drogas. Uno de los resultados más alarmantes es que 9 de cada 10 universitarios declararon ingerir bebidas alcohólicas.
El consumo de esta sustancia aumentó 300% en los último años entre las mujeres y un 50% en los varones. Dado a que los últimos datos que se tenían eran del año 2005, un grupo de investigadores del CONICET con apoyo de la UAI y la UBA (equipo dirigido por la Dra. Vanina Schmidt, investigadora independiente del CONICET y Profesora Regular en la UAI y en la UBA), decidieron indagar la prevalencia y modalidad de consumo de alcohol y otras sustancias psicoactivas en estudiantes universitarios de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Este trabajo fue realizado sobre un total de 450 personas de 18 a 29 años, estudiantes (63% mujeres y 37% varones) de distintas carreras (ciencias de la salud, sociales, exactas, arquitectura, etc.) provenientes de universidades públicas (60%) y privadas (40%). De allí se desprenden datos interesantes como que el 50% que consume alcohol lo hace de manera abusiva una vez por semana como mínimo, y que en el último año el 25% consumió marihuana. Para el resto de las sustancias (cocaína, drogas de síntesis, LSD, etc.), los valores fueron mucho menores y rondaron entre el 3 y el 6%.
En cuanto a los riesgos, estos encuestados fueron consultados sobre su comportamiento y cómo este actúa a nivel individual y grupal. Dentro del consumo en soledad, se concluyó que saber qué se está consumiendo, cuál es el propio límite y cómo se consume, disminuye los peligros asociados al uso de drogas. En las entrevistas se indagó sobre cómo era ese mismo comportamiento pero a nivel grupal, de consumo en compañía y en entornos nocturnos como por ejemplo la “previa”, fiestas, bares, etc. Los investigadores destacan 3 niveles de riesgo: consumo grupal, falta de conductor designado y presión para que todos consuman. “Si el amigo está mal o muy borracho tirado, siempre se queda uno cuidándolo, le van a buscar agua, tratan de que se recupere, lo llevan a su casa. Por eso es importante salir acompañado”, declaró uno de los entrevistados y sumó otro testimonio que llevaron a los investigadores a pensar la idea de “entre todos nos cuidamos”.
Dos fueron los resultados que preocuparon a los profesionales: la alta cantidad de oferta y disponibilidad de sustancias a pesar de las leyes prohibitivas (excepto el alcohol y el tabaco) y la “naturalización” del consumo. “Consumo alcohol cuando salgo de noche”, fue el motivo más votado (60%) y cuando se les preguntó por qué lo hacían, la mayoría coincidió en que lo hacen para aumentar la diversión y tratar de generar vínculos y encuentros con otras personas.