Nota de opinión del Rector Emérito en Clarín
El Rector Emérito de la Universidad Abierta Interamericana, Prof. Dr. Edgardo De Vincenzi, realizó una nota de opinión en Clarín titulada: “La educación, una fuerza transformadora para la propia clase dirigente”.
El Dr. De Vincenzi, que también es Presidente de la Confederación Mundial de Educación (COMED), comienza la nota de opinión diciendo: “Las grandes crisis de las naciones pueden interpretarse desde múltiples facetas y precisamente es esa complejidad la que muchas veces dificulta el diagnóstico y, como consecuencia de ello, los necesarios cursos de acción a seguir para generar una verdadera fuerza transformadora”.
Y continúa: “En sociedades como la nuestra, postergada desde hace décadas y con un pronóstico que, lejos de permitirnos visualizar una mejora, convoca a los escenarios más pesimistas, tal vez sea un momento indispensable para echar una mirada crítica sobre la clase dirigente: su emergencia, perfil y desarrollo, no solo en el ámbito de la gestión pública sino en todos los estamentos sociales”.
El también Presidente de la Federación de Asociaciones Educativas de América Latina y el Caribe (FAELA), continuó explicando que: “más allá de las responsabilidades compartidas por cada ciudadano desde el rol que le toca ocupar, la historia ha demostrado que el fracaso de las sociedades comienza a edificarse a partir del fracaso de aquello que llamamos ´la política´, que no es otra cosa que un fallido ensayo para impersonalizar lo que en evidencia se puede identificar como la impericia de muchos dirigentes. Y esto se advierte en distintos marcos institucionales y cobra singular relevancia cuando se trata precisamente de ocuparse de la ´cosa pública´”.
Para finalizar, el Rector Emérito de la UAI dejó la siguiente reflexión: “La Educación, una vez más debe convertirse en la fuerza transformadora del tejido social, asumiendo sin distracciones el compromiso de llegar sin elusiones al seno de nuestra clase dirigente. ¿No será el momento donde decididamente se hace impostergable comenzar a formar a nuestros dirigentes con la rigurosidad que exhiben las sociedades más avanzadas del mundo? No tenemos dudas que este es uno de los desafíos más acuciantes de la hora…”.
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