Cuidados para la Casa Común
El diario La Capital publicó una columna de opinión de la doctora Marlene Diedrich, docente de la carrera de Abogacía de la Sede Rosario, sobre la importancia de conservar el suelo como recurso estratégico.
“El suelo es un sistema complejo en el que ocurren diversos procesos químicos, físicos y biológicos. Resulta trascendental concientizar sobre la importancia de conservar este recurso, ya que junto con el agua conforman los recursos fundamentales sobre los que se sustenta la supervivencia de la vida en el planeta”, expresó Diedrich.
La especialista en Derecho Ambiental destacó que en los últimos 70 años el nivel de nutrientes y vitaminas de los alimentos se ha reducido considerablemente ante la degradación de los suelos, a partir de problemáticas tales como la afectación de la biodiversidad, la erosión, la salinización, y la contaminación. “La mayor parte de la biodiversidad está en el suelo, y contribuye a un delicado equilibrio en los ecosistemas naturales y agrícolas, siendo fundamental afrontar los retos de la ordenación del suelo y mantenerlo sano para evitar su pérdida”, sentenció.
La doctora Diedrich explicó que, en el ordenamiento jurídico argentino, la conservación del suelo goza de protección jurídica, pero resaltó la necesidad de garantizar su efectiva implementación. “Para el desarrollo de la actividad agrícola es necesario garantizar el desarrollo de prácticas sostenibles de gestión del suelo que mejoran su salud, reducen la erosión y la contaminación, mejoran la infiltración y el almacenamiento del agua, preservan la biodiversidad del suelo, mejoran la fertilidad y contribuyen a la retención de carbono”, recomendó en el artículo.
“A través de la adopción de medidas necesarias para mitigar y compensar las afectaciones y daños causados al suelo no sólo se asegurará su conservación y se evitará su agotamiento, sino que también se garantizará la protección del ambiente, así como la salud de la población y los demás seres vivos”, concluyó.
Ver la nota completa cliqueando AQUÍ