El dilema WhatsApp, o la ansiedad y la privacidad en la era de las urgencias

El portal de noticias Suma Política, publicó un artículo del Lic. Juan Mascardi (Director de las carreras de Periodismo y Realización Audiovisual) donde analiza diferentes dimensiones del fenómeno que, en si mismo, representa el uso la aplicación de mensajería instantánea WhatsApp.  

"El síndrome de la llamada imaginaria, la nomofobia y el síndrome del doble check, son tres de los efectos que puede ocasionar el uso irracional de la aplicación de mensajería inmediata", asegura Marcardi. En su nota recoge un trabajo presentado en el VII Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional de Psicología que se desarrolló en la Universidad de Buenos Aires, donde sus autoras (Maricel Giménez y Rocío Zirpoli), explican que el síndrome de la llamada imaginaria alude a las alucinaciones de los usuarios de dispositivos móviles que alguna vez sufrieron al pensar que su celular había sonado o vibrado sin que lo hubiera hecho. El neologismo nomofobia es adecuado para referirse al miedo a estar incomunicado sin teléfono móvil; por último, aparece el estado de ansiedad que padecen los usuarios de la aplicación al corroborar que el destinatario del mensaje no respondió.

"Las apariciones de publicidades a medida de los usuarios, la sensación de vulnerabilidad en torno a si se nos escucha en las aplicaciones y la integración de las empresas como Facebook, Instagram y WhatsApp generan dudas y sospechas en torno a cuáles son los datos que se comparten y sobre los rastros digitales que dejamos en el uso de nuestros celulares", sugiere Mascardi 

Consultado para esta nota, el Dr. Ezequiel Zabale (Juez Civil y Comercial, y profesor de Derecho de la Comunicación en la UAI) afirma que el cambio de privacidad de WhatsApp sólo expone una situación que antecede este anuncio: “Cuando uno activa un celular, lleva un chip que posee un rastreo de geoposición que generalmente está asociado a la cuenta de Google. Es decir que Google recopila información desde hace mucho más tiempo que WhatsApp", y agrega: "Hace tiempo que nos espían y hay una paradoja que es increíble: hay gente que no quiere bajarse la aplicación de covid-19 porque la Provincia va a tener nuestros datos, y ya le entregó alegremente sus datos a Facebook, Instagram o Google".

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