"Ser optimistas ante tanta incertidumbre es un desafío"
Romina Tamburello es docente de la Licenciatura en Producción y Realización Audiovisual, así como una talentosa autora de obras de teatro, cortometrajes, largometrajes, series de televisión y documentales, entre los que se destacan Mujeres de Ojos Negros (Ganara del premio Teatro del Mundo y seleccionada para el Festival Internacional de Rio de Janeiro - Brasil); La Redonda, (Ganadora Ficciones Federales INCAA); Dach (Ganador Mejor Realización del Festival Latinoamericano de Cine de Rosario), Vera (Ganadora del premio Raymundo Gleyzer 2016), Jet Lag, el amor en punto muerto (Ganador Fiesta Provincial de Teatro INT) y Rabia (Ganador a Mejor Guión en el Festival de Cine del Desierto - México)
Entrevistada por el diario La Capital cuenta como resignifica creativamente el aislamiento producto de la pandemia y el obligado parate en su actividad profesional.
Romina Tamburello es actriz, dramaturga, guionista y directora. Es autora de obras de teatro, cortometrajes y documentales, y tiene una larga trayectoria en Rosario. El año pasado escribió y dirigió la obra “De cómo estar juntos: una comedia de bodas”, que fue un éxito en el teatro La Comedia. Y este 2020 lo comenzó con otra temporada teatral y la preproducción de su primera película como directora. Es muy difícil imaginarla sin proyectos o inactiva, pero llegó la pandemia tan temida y la cuarentena le tocó a todos.
Ahora Romina puso en pausa el teatro y el cine y se concentró puramente en la escritura, además de volver al estudio, a dar clases y a la lectura. En charla con Escenario contó cómo pasa sus días durante la cuarentena, qué opina de los ciclos de teatro online y cómo ve a la sociedad en este momento crítico.
—¿Dónde estás pasando la cuarentena? ¿Cómo sobrellevás el aislamiento?
—La cuarentena la estoy pasando en mi casa, un departamento con terraza y un balcón que son un rescate diario. Esta vida nueva que se volvió cotidiana a la fuerza me encuentra tratando de forzar algunas rutinas: me levanto temprano, entreno, escribo y cuando me canso de las pantallas leo en el balcón. A la noche miro alguna peli o serie. Los días se pasan sin fecha y el tiempo se vuelve chicle. El encierro me cuesta, pero no dejo de ver el privilegio de los que tenemos un lugar para estar y algunas posibilidades económicas, hay gente que la está pasando muy mal y esa es una angustia que se suma a las propias. También aprendo de a poco a disfrutarlo, retomé cosas que tenía postergadas: leer, escribir más, recuperar espacios de estudio.
—¿Tenías planes específicos que tuviste que postergar?
—Sí. Estábamos en el medio de una temporada teatral con dos obras de Javier Daulte (“Vestuario de mujeres” y “Vestuario de hombres”). Ensayamos durante seis meses, hicimos sólo tres funciones y tuvimos que cortar. Por otro lado estábamos en la segunda semana de preproducción de una película que se llama “Vera”. Este proyecto que codirijo junto Federico Actis lleva ya seis años de trabajo. Las protagonistas son Inés Estévez y Luciana Grasso, y el resto del elenco es rosarino. Estamos iniciando gestiones con el Incaa para poder retomar apenas se pueda y manteniendo el vínculo con los inversores de la película, pero la suspensión de los plazos nos ocasiona un verdadero problema económico.
—¿Estás escribiendo alguna obra o guión en particular?
—Retomé la escritura de una novela que tenía abandonada. También volví a estudiar guión y dramaturgia a distancia, y empecé a dar clases online de ambas.
—Ahora se están haciendo ciclos de teatro online, y algunos son un éxito. ¿Te gustan estas propuestas? ¿O creés que el teatro pierde mucha potencia desde una pantalla?
—El teatro es “fenómeno vivo”, es un arte que funciona desde la convención de que arriba del escenario sucede algo que el espectador disfruta estando ahí. Hoy, en esta situación de aislamiento transitorio, se convirtió en contenido audiovisual, pero necesitamos decir y saber que lo que estamos viendo no es teatro, es un registro audiovisual de una obra de teatro. Registro que, por lo general, es a cámara fija y sin un buen sonido. Por eso creo que el “Teatro en casa” que proponen las plataformas de los teatros oficiales sólo resiste ser temporario. Si la gente necesita ver teatro online estaría bueno preguntarse si no deberían ir más seguido a las salas para consumir este tipo de espectáculos. Una de las pocas certezas de esta situación de duda permanente es que el arte y el entretenimiento son fundamentales para nuestras vidas y son parte de la salud y la educación de cada une de nosotres.
—En el aislamiento, ¿aprendiste algo que te parezca valioso?
—Sin duda. La elasticidad del tiempo, lo necesario del ocio y la importancia de las personas indispensables. También empecé a pensar que la concentración es algo que se tiene que laburar. Con tantas pantallas, noticias y plataformas, sumado a la ansiedad que genera todo este momento, me vuelvo loca de alegría cuando logro estar dos horas concentrada en una sola cosa.
—Algunos dicen que después de la cuarentena “vamos a salir mejores”. ¿Pensás lo mismo? ¿O sos menos optimista?
—No lo sé. No quiero dejar de pensar esto como lo que es: una pandemia mundial que nos obliga a encerrarnos para cuidar al otre. Mientras tanto hago un esfuerzo por encontrarle la vuelta y disfrutar de la soledad y la introspección, pero en ningún momento dejo de pensar que esto es algo que no elegimos. Ser optimistas ante tanta incertidumbre es un desafío. Y creo que como sociedad ya no deberían quedar dudas que tanto la educación como la salud tienen que ser públicas y gratuitas, que tener un Estado presente es fundamental y que la solidaridad es crucial para salir adelante. Nadie se salva solo.
Series, libros y películas: un rescate necesario
Con o sin cuarentena, Romina Tamburello siempre está rodeada de libros, series y películas. Sin embargo, en este momento de aislamiento, ese universo se volvió absolutamente indispensable para ella. “Los 96 episodios de «Mad Men» fueron un rescate tan importante como mi balcón”, dijo sobre la famosa serie protagonizada por Jon Hamm. Y también disfrutó mucho “Feel Good” (la comedia británica de Netflix) y “The Morning Show”, la serie con Jennifer Aniston y Steve Carell. Entre las películas que vio en los últimos días recomendó “Diario de una adolescente”, “Frances Ha” y “Jojo Rabbit”. Y además leyó “Las malas”, de Camila Sosa Villada, y “Juliet desnuda”, de Nick Hornby. “Ahora estoy con un libro larguísimo que se llama «El hombre que amaba a los perros», de Leonardo Padura, que es una bomba pero tiene 700 páginas”, concluyó.