Inclusión digital: Una oportunidad para estudiar

En el marco del programa de base tecnológica para el desarrollo y acceso al conocimiento, la carrera de Ingeniería en Sistemas Informáticos lleva adelante un proyecto de formación en programación destinado a jóvenes de barrios marginales, el cual tiene lugar en el centro educativo “Cuatro Vientos” de Rosario.

Este propuesta de alfabetización tecnológica en un marco de inclusión digital, coordinado por el ingeniero Fernando Armas, acompañado por los profesores Pedro López (director del Laboratorio Robótica del Centro de Altos Estudios en Tecnología Informática) y Silvia Poncio (directora de la carrera de Ingeniería en Sistemas Informáticos), y con la colaboración de algunos estudiantes de la carrera, facilita la capacitación de chicos del barrio Cabín 9, zona vulnerable de la ciudad de Rosario, que son seleccionados como beneficiarios de una beca completa para aprenden los lenguajes propios de Front End y Back: Html, Css, Java Script, base de datos, etc.

“El objetivo del proyecto es el de brindar un espacio de sólida formación a jóvenes en situación de vulnerabilidad y que dicha formación les permita conseguir un trabajo digno, rentable y competente”, asegura el profesor Armas.

 

Aprendizajes significativos en contextos de vulnerabilidad

La Asociación Rosarina de Ayuda Solidaria es una ONG que se dedica a ofrecer oportunidades educativas y de empleo a quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad social. Para ello, ha creado el centro educativo “Cuatro Vientos” en el corazón del barrio Cabín 9, expandiendo su zona de influencia por los barrios Godoy y Santa Lucía de la ciudad de Rosario.

A la institución asisten diariamente más de 500 niños, niñas y adolescentes para recibir apoyo escolar y participar de clases de educación física, computación, idiomas y matemática, junto a talleres varios (cocina, teatro, etc). Un equipo de profesionales de la educación los recibe con el fin de crear un ambiente propicio para el aprendizaje en valores. A su vez, en el mismo edificio, funciona desde principios del año pasado, por medio de la Fundación para la Promoción Educativa, un colegio primario y secundario de avanzada, con orientación en oficios digitales.

En este centro educativo, también se realizan cursos de capacitación en oficios para ayudar a los jóvenes adultos de la zona a insertarse en el mundo laboral. Por ello es que, leyendo las condiciones del mercado actual, el año pasado se decidió crear un instituto de informática, que contó desde sus comienzos con el apoyo institucional y financiero de la Universidad Abierta Interamericana. “El proyecto de extensión presente forma parte de una iniciativa de mayor envergadura: a principios del año pasado dimos inicio al Instituto de Programación e Informática de Cuatro Vientos. La iniciativa surge a raíz de la necesidad de brindar empleo a los jóvenes de los barrios carenciados de Cabín, Santa Lucía y Godoy”, afirma Armas.

 

Alfabetización tecnológica para el mercado laboral

La UAI está llevando adelante un proyecto de extensión, en el marco de dicho instituto, que consiste en un curso de programación web full stack. En marzo de 2023, 24 jóvenes entre 17 y 30 años, sin conocimientos previos en la materia, fueron seleccionados como beneficiarios de una beca completa para realizar la capacitaciónDurante esta, los estudiantes aprenden los lenguajes propios de Front End y Back: Html, Css, Java Script, base de datos. Reciben clases presenciales y virtuales, sincrónicas y asincrónicas, junto con tutorías personalizas, para acompañar a los estudiantes en todas sus dificultades.

“Encontramos en la programación la combinación perfecta: una alta demanda por parte del mercado y una capacitación no necesariamente muy extensa. Es por ello que realizamos este hito: un instituto de programación en el corazón de Cabín. No hay antecedentes de algo así”, revela Armas, quien es profesor de la UAI y a la vez se desempeña como director general de Cuatro Vientos. Acompañado por el ingeniero López, la magister Poncio, y un grupo de alumnos de la carrera de Ingeniería, brindan clases a los chicos de Cabín, con gran profesionalidad y esmero, ofreciendo su tiempo y esfuerzo, colaborando activamente en el proyecto.

“Hasta el momento el resultado de esta experiencia ha sido muy positiva. De nuestros egresados del año pasado, 3 consiguieron empleo y 5 fueron becados para la tecnicatura universitaria en programación. Por otro lado, todos los cursantes, tanto los que siguen en carrera como los que no pudieron perseverar, se han mostrado muy agradecidos por la oportunidad. Dar la posibilidad de estudiar al que quiere, pero no tiene el dinero, es una experiencia muy gratificante”, confiesa Armas.

La iniciativa muestra el compromiso de la Universidad Abierta Interamericana con la comunidad, y principalmente, con todos aquellos que desean recibir una educación de calidad, más allá de sus condiciones socioeconómicas.