Amar a nuestros enemigos

Esta vez, el Papa Francisco en su homilía de la Misa de la Casa de Santa Marta, invitó a rezar por nuestros enemigos, por aquellos que nos hacen daño. Y de ello hablamos en la cátedra Francisco de este mes.

Rezar por aquellos que quieren destruirme, los enemigos, para que Dios los bendiga: esto es realmente difícil de entender (…) Muchos lo hicieron: rezaron. Pensemos en Auschwitz y en otros campos de concentración: ellos tenían que orar por ese dictador que quería la raza pura y asesinaba sin escrúpulos, y rezar para que Dios los bendijera. Y lo hicieron muchos”. El Papa finalizó invitando a rezar “por los enemigos” porque, además “creo que todos nosotros los tenemos”. “Nos hará bien pensar en alguno que nos ha hecho el mal, que nos quiere hacer el mal o busca hacer el mal. La oración mafiosa es ‘me la pagarás’” pero “la oración cristiana es ‘Señor, dale tu bendición y enséñame a amarlo’. Rezamos por él”.

El Dr. De Vincenzi, sostiene que quien no cosecha enemigos no existe, porque es el mismo actuar humano el que implica aciertos y desaciertos y serán los “Hombres y mujeres que tendrán que sobreponerse a los agravios, las envidias y los celos, porque no es sencillo, para todo el mundo, aceptar el éxito del prójimo. Quien en el devenir de la vida terrena, no cosechó enemigos, no existe socialmente. El hombre con sus virtudes y defectos pone de manifiesto su condición de ser imperfecto. A través de su accionar, va sembrando en su tiempo de vida, para luego cosechar amigos y enemigos”.

Se tratará de poder crecer desde el amor siempre, a pesar de y por los enemigos también.