El mejor promedio universitario en Santa Fe es de la UAI
Ramiro Mitre, graduado de las carreras de Licenciatura en Psicología y Profesorado Universitario, fue el principal galardonado en el premio Cuadro de Honor 2014, que reconoce el desempeño de los mejores promedios de todas las facultades santafesinas. Con apenas 27 años, este psicólogo y profesor universitario, promedió 9,82 a lo largo de su formación como docente, convirtiéndose en el estudiante con mejores calificaciones entre todos los egresados de las universidades públicas y privadas de Santa Fe.
En su novena edición consecutiva, el Cuadro de Honor se ha convertido en un reconocimiento a la excelencia académica, organizado por la revista Punto Biz, junto a la compañía de recursos humanos Randstad, y los auspicios de la Fundación Nuevo Banco de Santa Fe y la Municipalidad de Rosario. El acto de entrega, contó con la presencia de funcionarios gubernamentales, entre ellos la intendenta municipal, Dra. Mónica Fein.
- ¿Cuál fue tu reacción al conocer la noticia?, ¿qué significado tiene para vos este premio?
- Unos meses antes del evento, los organizadores me informaron que estaban organizando el acto para la entrega de diplomas y que me encontraba dentro de los diez mejores promedios de mi Universidad. Obviamente, cuando leí el correo electrónico fue una alegría inmensa, pero jamás pensé que iba a ser el promedio más alto de toda la provincia, es más, ni sabía cuál era mi promedio.
Siempre es grato recibir noticias como esta y lógicamente, que te reconozcan, le pone el broche de oro al esfuerzo y al amor por lo que se hace, pero mucho más significativo es poder compartirlo con los seres queridos.
- ¿Cuál fue tu experiencia como alumno dentro de la Universidad?
- En 2010 me gradué de la Licenciatura en Psicología con medalla de honor y eso ya había sido un gran orgullo, aunque terminar el Profesorado Universitario de este modo es increíble. Luego de finalizar la carrera, comencé a desempeñarme como auxiliar docente y eso me llevó a confirmar mi pasión por la docencia. Entonces, decidí inscribirme al Profesorado para adquirir las herramientas que me permitieran dar lo mejor de mí.
Haber cursado en la UAI fue una experiencia sumamente grata, creo que el modelo pedagógico Vaneduc tiene mucho que ver en eso, por lo que no dudé un segundo en volver a elegir esta Casa de Altos Estudios, a la cual represento y aprecio tanto.
- En tu experiencia cómo docente y alumno, ¿qué consejo le darías a los estudiantes, a partir del camino transitado?
- No creo que haya una receta única para el éxito académico. Desde ya, la constancia y la dedicación tienen que estar presentes, si además va de la mano con el interés por lo que se estudia, ganas y entusiasmo, difícilmente se fracase. Seguir una carrera es como plantar un árbol: al comienzo parece imposible imaginarse que ese retoño algún día va a llegar a crecer, pero en la medida en que se lo cuida, se lo riega y se lo protege, de a poco comienzan a verse más y más frutos.
- ¿Dónde te desempeñas laboralmente?
- Desde antes de recibirme comencé a trabajar en Casa de Familia, un Centro Educativo Terapéutico avocado a la temática del autismo. En un principio como auxiliar, luego de conseguir el título de psicólogo, como terapeuta y, luego de algunos posgrados y certificaciones internacionales, actualmente me dedico a la evaluación de niños, capacitación de equipos externos, orientaciones a padres y también, a la clínica con este tipo de pacientes, que son mi motor en el día a día.
- ¿Cuáles son tus expectativas a futuro?
- En cuanto a lo académico, me encuentro culminando el cursado del Doctorado en Psicología y proyectando mi tesis. Dentro de unas semanas, voy a presentar los resultados de una investigación que conduje sobre bullying y Síndrome de Asperger en un congreso de autismo en Mar del Plata. Mi idea es continuar capacitándome, sueño con realizar estudios postdoctorales en el exterior y, aunque sé que es ambicioso, estoy convencido de que con dedicación y mucho trabajo, casi todo se puede lograr.