"En Argentina hay una gran apertura hacia la psicología y tenemos que aprovecharlo"
Sofía Barrera Nicholson (26) se recibió de Licenciada en Psicología de la UAI en agosto de 2019. Luego hizo una diplomatura orientada a la Evalaución colaborativa y terapeútica, y este año cursó otra sobre Terapias cognitivas de tercera generación.
A través del director de la carrera, el Lic. Ernesto Pais, Sofía logró entrar en el staff del Centro Universitario de Evaluación Colaborativa y Terapéutica (CUECyT - para saber más de este hacer CLICK AQUÍ), donde trabajó hasta comienzo de año.
Con Pais trabajaba en la cátedra desde que terminó de cursar, en la materia "Integración psicodiagnóstica". "Al mismo tiempo, trabajábamos en otros proyectos y también estaba cursando la diplomatura en evaluación colaborativa y terapeútica que, justamente, de eso se trata el CUECyT: poder aplicar esto en población. Me pareció una propuesta súper interesante y, al mismo tiempo, desafiante", destacó.
- ¿Cómo fue esa experiencia en el CUECyT?
- Estaba muy bueno porque la idea era que las personas tengan acceso más fácilmente a algún tipo de terapia breve y focalizada, que muchas veces no abunda. Era positivo que lo podamos brindar nosotros como servicio, ya que, hasta donde tenía entendido, en la UAI no había un servicio de salud mental donde puedan asistir los estudiantes. Fue súper interesante porque fueron llegando diferentes personas, y esta propuesta era innovadora. Este tipo de terapia breve y focalizada no está muy difundida. Estuve hasta principios de año y, por una cuestión de tiempos, ya no pude seguir. La verdad fue una experiencia enriquecedora. Y no era solamente atender a los pacientes del CUECyT, sino que como equipo nosotros teníamos reuniones, supervisiones y detrás de todo eso había un gran trabajo, responsabilidad y compromiso.
- ¿Dónde trabajás ahora y qué hacés?
- Actualmente estoy trabajando en Coder House desde hace casi dos años. Trabajo en el área de Recursos Humanos. Básicamente, oriento mi carrera a lo que es psicología laboral. Me parece muy interesante, ya que como psicólogos podemos hacer muchas cosas, trabajar en varias áreas, y siempre me llamó la atención el poder aportar desde nuestra disciplina y nuestra ciencia a lo que es el ámbito laboral. Al mismo tiempo, también tengo algunos pacientes de manera particular.
- ¿Es complicado vivir de la psicología en el país?
- Si te dijera que es fácil te estaría mintiendo. Creo que, como todo, es complicado. Y, más que nada, en un principio, cuando uno se recibe y está saliendo al mercado laboral. Es complicado quizás organizarse o lanzarse si uno quiere trabajar de manera independiente. Y si uno no quiere trabajar de manera independiente, también es complicado en un principio conseguir algo. Después, una vez que ya estás dentro de algún lugar o que tenés tus pacientes, la verdad es que termina siendo más fácil. Me parece súper importante lo que es el networking, conocer colegas hasta incluso de diferentes provincias que hoy es más fácil y tenemos más acceso. De distintos lugares, con nuestros compañeros o profesores... Eso te facilita mucho, e incluso que te puedan ayudar desde su experiencia. Quizás, lo más difícil es la organización. Si uno trabaja de manera independiente, el poder estar al día con las cuentas, si trabajás con pacientes que sus pagos estén al día, etc. Pero cuando uno atraviesa la etapa más difícil, se puede.
- Al ser un país complicado: ¿Los argentinos necesitamos más la terapia que otros?
- No me atrevería a decir que necesitamos más la terapia que otros, porque no conozco otros países como para poder saber eso. Pero sí lo que puedo decir es que los argentinos vamos bastante a terapia, es algo súper normal y hay una gran apertura por la que siento que está bien recibida. Me parece súper positivo, que eso no pasa frecuentemente en otros países. Es algo muy frecuente conocer a alguien, charlar, y que te cuente que va a terapia o que quieran empezar. No necesariamente es que van al psicólogo, pero por ahí hay un interés y una curiosidad, lo que me parece muy bueno. Nosotros como psicólogos tenemos que aprovechar esto y, al mismo tiempo, ejercer nuestra profesión de una manera responsable y aprovechar que existe esta apertura en el país porque no siempre pasa.
- ¿Qué le recomendarías a alguien que quiere estudiar psicología?
- En primer lugar: si quiere, que lo haga. Es una carrera hermosa. También les recomiendo ir con cierta apertura a conocer, porque a veces uno tiene una idea preestablecida antes de empezar a estudiar, y te vas dando cuenta de que la psicología no es solo atender pacientes y podés trabajar en un montón de áreas. También recomiendo que no se queden quietos. Más allá de lo que vean en la carrera: investiguen. Investigá cosas nuevas que van surgiendo, hablá con psicólogos recibidos que trabajan en el área que te interesa para poder sacarte dudas y conocer un poco más. También probar. Si hay algo en lo que empezás a ejercer y no te gusta, no pasa nada, siempre estás a tiempo de cambiar. Tener esta apertura, conocer las diferentes escuelas y teorías, y después ir eligiendo. Hacer networking, aprender un montón de tus profes, las clases siempre son enriquecedoras porque los profes cuentan sobre su experiencia o sus pacientes, y eso está buenísimo... hay que aprovecharlo.
- En base a tu experiencia: ¿Recomendarías la UAI a otras personas?
- 100%. Yo tuve una muy buena experiencia estudiando la carrera. Los profesores fueron geniales, se nota que eran personas apasionadas por lo que hacen y su trabajo, y eso es importante cuando se transmite. Lo que me interesa del plan de estudios de la UAI es que está bastante orientada a lo que es la investigación, lo cual destaco para seguir aportando a que la psicología sea una disciplina científica. También, algo que siento que me ayudó un montón de haber estudiado en UAI es que desde el primer año ya tenés jornadas de investigación donde te tenés que enfrentar a otras personas, gente de otras sedes, y contar sobre tu proyecto, tu trabajo y qué es lo que hiciste. Eso te hace adquirir muchas habilidades y competencias que te preparan para el futuro profesional. Otra cosa que está buena es, justamente, la variedad de prácticas para ir conociendo qué te gusta y qué no.