¿Qué ves cuando me ves?
Escritora, guionista, e investigadora audiovisual. Así, polifacética, María Florencia Delgado se graduó también como Licenciada en Kinesiología y Fisiatría de la Sede Rosario y desarrolló su profesión en áreas vinculadas a la docencia y la investigación somática, complementando las ciencias biológicas a las sociales.
Florencia es autora del libro “Cine y Educación”, donde busca acompañar a los docentes que buscan mejorar la didáctica aprovechando la atracción y potencia empática del cine, convirtiéndose en un valioso aporte a los procesos de enseñanza aprendizaje. Recientemente, publicó su último trabajo: “¿Están en Netflix?. Hegemonías, spoilers y otros interrogantes en la era digital”, donde invita al lector a reflexionar sobre la irrupción del formato streaming, las hegemonías y cómo cambiaron para siempre nuestras dinámicas como público.
Delgado escribe crítica cinematográfica para medios editoriales, y participa como jurado en festivales nacionales y latinoamericanos de cortometrajes. Además, se desempeñó como docente en el programa “Nuestra Escuela” del Ministerio de Educación Nacional, que acompañó la incorporación del Archivo Fílmico Pedagógico a las prácticas educativas, y fue miembro activo de la Comisión de Cultura del Bicentenario en la programación de ciclos de cine argentino. También, dirigió el Seminario Itinerante de Alfabetización Audiovisual Docente que recorrió las escuelas del país con el objetivo de mejorar las experiencias educativas en torno a las imágenes y el cine en el aula.
- ¿Por qué denominaste a tu último trabajo “¿Está en Netflix?”, ¿qué aspecto de este fenómeno analiza?
- Es una pregunta que define por antonomasia al espectador posmoderno. Que habla de los cambios que sufrió la imagen desde su digitalización, pero también, de las hegemonías. Aunque parezca increíble esta podría ser la frase de la década que resume nuestro quehacer cinéfilo y es, en el fondo, una invitación para reflexionar sobre la irrupción del formato streaming y cómo cambiaron para siempre nuestras dinámicas como público.
El libro desarrolla varios temas y ofrece algunas coordenadas para entender al fenómeno. Desde la neurosis por los spoilers, hasta las dinámicas de las plataformas, la evolución de los soportes de video, el furor de las series como primer contenido elegido por los espectadores, hasta la historia de la industria audiovisual, la evolución del mainstream, y los nuevos procesos de distribución y visualización.
- A partir del libro, ¿qué futuro vislumbras para los servicios de streaming? ¿cuál crees que es su impacto cultural?
- Llegaron para quedarse. En un primer momento Netflix era el pionero y único dueño del mercado, pero, prontamente, comenzaron a emerger muchas plataformas de contenido VOD que abarcaron nuevos nichos y repartieron las audiencias. Si bien Netflix sigue siendo el rey, hoy el escenario es tendiente a la diversificación.
Sin duda, el impacto cultural del contenido VOD fue bisagra para toda la sociedad. De estar sentados en las butacas del cine o esperar el estreno de algún VHS en el videoclub, pasamos a tener todo a un “play” de distancia. Esto, indefectiblemente, trasformó nuestros hábitos, modos de mirar y la manera en que gestionamos el tiempo frente a la pantalla. Sumado a un sinfín de nuevas dinámicas que seguimos analizando día a día.
- En tu investigación sobre cine y educación, ¿qué utilidad encontraste en el lenguaje audiovisual aplicado a los procesos de enseñanza – aprendizaje?
- Esa fue mi primera investigación y publicación editorial. La comencé a proyectar mientras estaba trabajando como docente en la UAI. Lo primero que observé fue que la utilización del lenguaje audiovisual en el aula estaba poco explorada y desarrollada para todas las posibilidades y potencialidades que brindaba. Por mis dos formaciones, tenía la posibilidad perfecta para construir una propuesta integral. Desde allí surgió el libro, que es una guía para los docentes y tiene como objetivo cardinal optimizar las experiencias audiovisuales en las clases. Además de proporcionar herramientas para la alfabetización audiovisual de profesores y alumnos, y analizar el impacto de las TICs en el presente educativo.
El cine es un gran mediador pedagógico, tiene la capacidad de propiciar construcciones simbólicas de la realidad, dar perspectivas en los procesos históricos. También, ser unidad de creación, fuente de información y estimular la empatía, aproximando las experiencias a los contenidos. Por sí mismo, el cine moviliza en forma simultánea al intelecto y la sensibilidad, potenciando el pensamiento crítico.
- En este sentido, ¿cómo se inserta tú participación en el Seminario Itinerante de Alfabetización Audiovisual?
- Luego de este primer libro, estuve trabajando un año para el Ministerio de Educación Nacional como profesora en un curso que incluía al Archivo Fílmico Pedagógico. Esa experiencia me nutrió y me dio mucha práctica. Luego de ese paso, planifiqué el Seminario Itinerante de Alfabetización Audiovisual que recorrió las escuelas y profesorados de Santa Fe durante varios años, y estuvo avalado por el Ministerio de Educación Provincial.
- Después de las investigaciones que realizaste, ¿cómo evaluás a la industria audiovisual argentina en el contexto actual?
- La digitalización de la imagen y el contenido VOD cambiaron para siempre las dinámicas de los espectadores y la industria. Antes, se filmaban las películas casi exclusivamente para el formato cine y las experiencias pasaban mayoritariamente por la butaca, es decir, los procesos de distribución y visionado eran muy antagónicos a lo actual.
En este momento, muchos contenidos audiovisuales se crean para el visionado desde cualquier dispositivo y existe un consumo más inmediato, voraz de a ratos. Todo esto hace que quienes analizamos los fenómenos, tengamos que registrar las nuevas dinámicas casi todos los días. Esto implica que los análisis no pueden ser determinantes, ni polarizados, porque corren el riesgo de ser sesgados. En medio de estas transformaciones esenciales, la comunidad cinematográfica argentina, está tratando de acomodarse a las nuevas leyes, paleando la crisis y haciendo lo que puede.
- ¿En qué producciones participaste?
- Hice varias asesorías de guion y pitch para producciones nacionales de largometrajes y cortometrajes, pero fundamentalmente me dedico a escribir cine desde la investigación, la crítica y las reseñas. También realizo curaduría para festivales y adquisición de contenido VOD. Además, estoy incursionando en el UX writing.
- ¿Cómo llegaste al mundo audiovisual siendo kinesióloga?
- Desde muy chica estuve relacionada con la cultura. Escribía, pintaba y miraba mucho cine. Cuando me recibí de kinesióloga sentí que esa parte de mí necesitaba expandirse, porque estaba un poco dormida. Entonces, comencé a estudiar guion de cine y pocos años después, empecé a hacer investigación audiovisual.
- ¿Continúas ejerciendo la kinesiología? ¿por qué decidiste estudiar la carrera?
- Sí, sigo ejerciendo como kinesióloga, la verdad que he complementado muy bien mis dos actividades profesionales donde me desarrollo sostenidamente. De igual manera, tuve épocas donde solo escribía y me dedicaba a la investigación. Comencé a estudiar la Licenciatura en Kinesiología y Fisiatría porque me pareció una carrera muy interesante y con muchas perspectivas. Siempre me apasionaron las ciencias biológicas, de hecho, en mi segundo libro (“¿Qué ves cuando me ves? Cine, imágenes y ciencia”) me doy el gusto de hacer una convergencia entre esos dos amores: la ciencia y el cine.