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Fernando Signorini dio una charla sobre Diego Maradona a estudiantes de periodismo deportivo
En el ambiente de una de las aulas de la Sede Centro de la Universidad Abierta Interamericana se percibió este jueves un clima de fanatismo maradoniano.
En cada silla, ocupada por alumnos de la carrera de periodismo deportivo de la UAI había un banderín con la cara del “Diez”. El salón estaba repleto de jóvenes que esperaban ansiosos la charla de un fenómeno de la historia argentina del fútbol, el profesor Fernando Signorini, legendario entrenador físico de Diego Armando Maradona.
Con gorra y conjunto deportivo, Signorini entró al salón ante la ovación de todos los estudiantes. Lo hizo acompañado de Diego Ballester, director de la Carrera de Periodismo Deportivo de la UAI. El preparador físico, quien también entrenó a Lionel Messi, agradeció, sonrió y comenzó su charla, precisamente contó anécdotas que vivió junto al astro del fútbol durante los años que estuvo a su lado y lanzó: “Diego tenía un carisma único y especial, hasta cuando se movía y se reía. Era un ser muy especial”.
Y continuó: “Estoy seguro, por los años que lo conocí, que al Diego le hubiera encantado ser el Che Guevara, rebelde y contestatario. Diego, a diferencia de muchos excelentes jugadores de fútbol, tenía una inteligencia astuta, casi instintiva y animal, como la también la tiene Messi. No podría decir cuál era la mejor condición física del Diego. Es un misterio. Para mí, tanto él como Messi nacieron para ser admirados”.
El público escuchaba atento y curioso. “Con Diego siempre tuve una relación naturalmente fácil. Nunca tuve problemas con él. El problema es que cuando cayó nuevamente en la adicción (a las drogas) dejó de ser él y pasó a ser que lo que la cocaína quiso que sea. Y estoy hablando de Diego, no de Maradona, ese personaje que creó él para el afuera. Estar con él en Nápoles era como estar con un tiburón en una pelopincho. La gente se enloquecía por tocarlo, era una locura. No podíamos ni salir a cenar afuera porque la pasábamos mal”, reveló.
Para desterrar mitos y comentarios malintencionados de ciertos periodistas, Signorini aclaró que “Diego sentía fascinación por Messi”. “Messi lo deslumbraba. Una vez recuerdo que Diego me dijo mientras fumaba un habano: ´No se puede creer lo que hace este enano´. Lo miré y le dije: ´Vos tampoco sos tan alto´ y él se rió”.
El preparador físico contó que de los 4 mil días que pasó al lado del astro, los mejores días fueron los que compartieron juntos en La Pampa, y precisó que en aquel entonces el “Diez” se había propuesto dar lo mejor de sí mismo. “Lo conocí en Barcelona, por esas cosas de la vida. Él luego me llamó para entrenarlo, justo cuando peleaba con su adicción a la cocaína. Al principio le dije que no, pero luego insistió y me convenció cuando me dijo que era la primera vez que Dalma y Giannina lo iban a ver jugar el Mundial”.
“Recuerdo que llegamos a una casa en Santa Rosa y preparamos todo. Éramos solo cuatro personas. Empezamos el entrenamiento. Y yo ocupaba su mayor tiempo posible porque mi miedo era que Diego entrara al síndrome de abstinencia. Entrenábamos duro, íbamos a almorzar y terminábamos en la pileta. Luego, a la casa, a cenar y jugar al truco. Diego hizo un gran esfuerzo para estar bien y dejar la cocaína en ese momento de su vida”, reveló.
Luego, los estudiantes presentes le preguntaron cómo veía a la Selección en este Mundial, a lo que Signorini respondió: “La verdad que no pongo expectativas en los jugadores. Me encantaría que Argentina gane otro Mundial que considero más importante, el de la pobreza y la corrupción. Si nuestra selección pierde, igualmente voy a estar seguro y tranquilo que los jugadores dieron todo en la cancha. Me encanta el fútbol como un hecho cultural y artístico y para mí se gana cuando se da lo mejor de cada uno”.
Por último, concluyó: “A los estudiantes de periodismo deportivo y entrenadores les sugiero que sepan que la mayoría de los jugadores salen de barrios muy humildes. Por eso me siento en la obligación ética de acompañar a estos jugadores, estar cerca de ellos en el proceso. Por eso, lean mucho y sean mejores mañana que hoy. Les aconsejo adquirir conocimiento, imaginación, pero sobre todo sensibilidad”.