Aprender es la vida misma

La educación es un proceso continuo y permanente, una instancia de perfeccionamiento que se prolonga a lo largo de toda la vida. María Florencia Kraft es alumna de la carrera de Abogacía en la Sede Rosario que transita el tramo final de la cursada, siendo ya una profesional médica graduada con Diploma de Honor, en 1999, de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).  Su vida es un ejemplo de aprendizaje deliberado y consciente como una experiencia inspiradora y orientadora de su vocación. 

La Dra. Kraft culminó sus estudios secundarios en la localidad entrerriana de Victoria, egresando como bachiller en Ciencias Biológicas, contando con un contenido curricular orientado a la medicina. “Me incliné por una carrera de ayuda al otro con fin social”, confiesa. Con el acompañamiento de su familia, compuesta por su esposo Andrés y sus hijos, Felipe de 16 y Rafael de 15 años, continúa formándose en la senda del desarrollo personal.

 

- ¿Desde cuándo ejerces la medicina?, ¿qué especialidad elegiste?

- Ejerzo en forma ininterrumpida desde 1999, cuando ingresé al Hospital de Emergencias Dr. Clemente Álvarez (HECA) a la residencia de Clínica Médica. Elegí la clínica médica como especialidad porque la formación del clínico da una dimensión global del sujeto en un abordaje integral de los conceptos de salud – enfermedad, y de los niveles de prevención. Es la madre de todas las especialidades, la integración de conocimientos es altamente valiosa. 

La formación en el HECA es muy intensiva en internismo, por lo que completé la formación en medicina ambulatoria, en el área de diabetología en el Hospital de Clínicas de Buenos Aires, realizando luego una especialización en Diabetes, en la Sociedad Argentina de Diabetes. Allí gané una beca por mérito académico para realizar una rotación, la cual hice en el Hospital Valenciano de la Generalitat en Valencia, España, a la que fui embarazada de mi primer hijo.

Luego de comenzar a cursar en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, realicé el postgrado de Medicina Legal en la Facultad de Ciencias Médicas de la UNR, y hoy día trabajo enteramente la rama de la medicina legal en pericias médico legales.

 

- Luego de este intenso recorrido, ¿qué te llevó a comenzar a estudiar Abogacía?

- Siempre me gustaron las leyes, y encontré muchos puntos de conexión entre la medicina y el derecho. Cuando decidí iniciar la carrera tenía una serie de preguntas e interrogantes que estudiando confiaba en resolverlos. Hoy esas preguntas de la medicina se responden conociendo el derecho constitucional, derechos humanos, derecho civil y sus ramas específicas, como el derecho de daños, el derecho laboral y de la seguridad social. La medicina y el derecho tienen más puntos en común de lo que muchas veces imaginamos.

- ¿Por qué elegiste la UAI?

- La elección de esta Universidad no fue como la de Medicina, donde por la ubicación geográfica y por tener que elegir enseñanza gratuita no tuve muchas opciones. La elección de mi Facultad de Derecho tuvo que ver con que en la UAI encontraba todo lo que estaba buscando para mi formación, entre otras cosas la formación laica. Elegí a UAI cada año, cada cuatrimestre, por la calidad académica y la calidez humana, por el plantel de profesores, verdaderos especialistas cada uno en su rama, actualizados, puntuales y con un nivel de exigencia que nos llevará a una formación completa antes de elegir una rama para el ejercicio. Por el equipo humano, por la escucha, por los programas académicos, y por lo que me hizo continuar cada año, mis compañeros, muchos de ellos mis amigos.

 

- Siendo ya una médica con recorrido profesional, ¿consideras ejercer como abogada?

- Si, definitivamente. Tengo confianza en obtener un trabajo donde necesiten la mirada de alguien con 21 años de experiencia médica, porque creo que podemos darle un ángulo innovador a la resolución de los conflictos.

 

- ¿Cómo armonizas las responsabilidades familiares y laborales con las obligaciones académicas?

- Cuando uno quiere mucho su trabajo, tu familia entiende y apoya, y estudiar es un placer y no un pesar, es más fácil. Feli y Rafa tenían 10 y 11 años cuando empecé, y siempre tuve a mis hijos como prioridad, por lo que hubo cuatrimestres que sólo cursé la mitad de las materias. Tuve que resignar muchos sábados y domingos, levantándome muy temprano, necesité coordinar los horarios de trabajo con los de la cursada, debí rendir las materias más largas y difíciles en las mesas de febrero, para poder estudiar en enero que coinciden con la feria judicial y no hay actividad pericial. 

 

- ¿Cuáles son tus objetivos a futuro?

- Me quedan 9 exámenes finales y la tesis para culminar la carrera de Abogacía. También debo presentar la tesis de postgrado en Medicina Legal, por lo que estos son mis objetivos  inmediatos y poder comenzar a ejercer la Abogacía.

Tal vez inicie en un tiempo la carrera docente, he sido Auxiliar Docente en Medicina en las cátedras de Anatomía Normal y Semiología Clínica, y en Abogacía en Derecho Romano en UAI, por lo que continuaré con esta actividad. Mis hijos iniciaran tercer y cuarto año del secundario, por lo que dispongo de un poco más de tiempo para delinear nuevos objetivos.