Estudia Relaciones Internacionales y mandarín, y sueña con trabajar en la embajada de China

Antonella Donnangelo (20) cursa el tercer año de la carrera de Relaciones Internacionales en la UAI y estudia el idioma chino mandarín en la Universidad de San Martín (UNSAM). Hace unos días, Antonella habló en un artículo del diario Infobae (hacer CLICK AQUÍ para leerlo) sobre cómo es trabajar en una empresa de "millennials" y "centennials", bajo la modalidad híbrida y un enfoque en el bienestar personal, ya que lo hace como vendedora part-time en la tienda de la marca Puma del shopping Unicenter. Nos comunicamos con ella para que nos cuente todas las pasiones que la mueven, y cómo fue participar en el artículo periodístico.

- ¿Por qué elegiste Relaciones Internacionales?
- Es una carrera que pienso que te abre los ojos y la mente hacia distintas realidades del mundo. Me interesó siempre lo que son las problemáticas y conflictos de interés entre los países. Me gusta la historia, el por qué de las guerras, cómo piensa cada Estado. Por qué todavía hay problemas, por ejemplo, medioambientales y de pobreza, de que a pesar que hay muchas organizaciones no se puede solucionar de lleno. Más o menos por eso. También estudio chino mandarín hace cuatro años y medio, y eso también va orientado al idioma, a relacionarse con personas que no son del mismo habla que nosotros.

- ¿Cómo arrancaste con eso?
- Se me presentó una situación en la que había una familia china que no hablaba nada de español y estaba con un bebé en la enfermería. Ahí me surgió la necesidad de ayudar y no tuve esa herramienta del idioma para poder hacerlo. Me pregunté: '¿Por qué ellos tienen que aprender español y nosotros no podemos aprender mandarín?'. Fue una decisión que tomé sola. No había terminado el colegio, estaba en cuarto año de secundario.

- Esa situación en el hospital te pegó mucho como para tomar esa decisión...
- Yo ya venía pasando por un cartel en San Martín que decía de aprender chino, y yo le decía a mi mamá que era muy interesante. Ella me decía 'dejate de joder'. Me gustan los idiomas y tengo mucha facilidad para aprenderlos, así que fue como un desafío también.

- Supongo que el mandarín es complementario con tu carrera y abre muchas puertas.
- Sí, también. Yo siempre lo pensé más por el lado de ayudar a los demás... pero sí, definitivamente las abre.

- En la nota en la que participaste en Infobae decía que trabajabas part-time como vendedora en Puma. Contame un poco de esto.
- El trabajo de Puma lo conseguí a través de una consultora, por anuncio. Me llamó mucho la atención que estén buscando estudiantes, por eso el puesto es part-time. Además, es una empresa que de entrada te dice, como busca a estudiantes, que vas a tener horarios flexibles, días de estudio, etc. Ellos te acomodan los horarios en base a los que uno tiene. Y no hay problema con eso. Siempre está a disposición de lo que uno necesita. Es una empresa muy linda dentro del rubro. Ellos te respetan todo, por lo que a mí me re sirve. Siempre que necesité un día me lo dieron. Es un trabajo movido, a veces cuesta y pesa el hecho de estudiar y trabajar al mismo tiempo, pero no es nada que no se pueda hacer.

- ¿Y no estás pensando en buscar algo de lo tuyo?
- Sí, últimamente lo estuve pensando. Esto del mandarín lo quiero explotar, seguir aprendiéndolo y creciendo. Y no hay nada mejor que estar el día a día escuchándolo, que tenga que resolver situaciones. No me cierro, pero estoy buscando alguna otra cosa para crecimiento personal.

- Hay una comunidad muy grande de chinos en el país. ¿Pudiste practicarlo?
- Hay muchos dialectos, China es un país enorme. A veces se nota cuando una persona es más del sur o del norte por el tipo de acento, pero el mandarín es el idioma oficial. Todos lo saben. He ido a lugares y les he hablado. Yo trabajo en Unicenter, que es un shopping que atrae a mucha gente y van muchos chinos. Aún no se me presentó la situación de poder hablar en chino totalmente porque no hablaban nada de español, pero sí escuchaba a una familia hablando en mandarín les preguntaba: '¿Te gusta cómo te queda?', '¿Cómo te quedó la zapatilla?', etc. Cuando voy a un bazar cerca de casa también hablo un poquito con una chica si se da la oportunidad.

- ¿Con qué trabajo soñás de acá a unos años?
- Es muy interesante, porque siempre cuando me preguntan sobre la carrera sé que es muy amplia y podés apuntar a cualquier lado como organizaciones, embajadas, etc. Como primer opción, ya que estudio mandarín y la carrera, a mi me gustaría trabajar en la embajada de China. No sé bien en qué sector, porque estoy empezando y me gustaría ver qué opciones tendría, pero es esa.

- Hay mucha más gente que estudia chino por el creciente comercio con el gigante asiático. ¿No?
- Sí, igualmente hay una diferencia cuando uno estudia porque lo necesita como herramienta y otra siento que es muy diferente como lo estudio yo. Yo lo estudié sin que nadie me lo diga, me enamoré del idioma y la cultura. Es otro tipo de disfrute el aprender y saberlo. Lo hago porque realmente me gusta, no porque alguien me lo dice o que lo necesito por trabajo.

- ¿Cómo fue que decidiste ir a la UAI?
- Siempre escuché hablar mucho de la UAI. En el colegio que iba teníamos como una orientación que te hablaba en el último año de las carreras universitarias, y la UAI siempre estuvo ahí presente y me llamó la atención. Yo quería educación de calidad y la UAI me pareció la más correcta. Es muy organizada, en bedelía siempre te responden y son un amor. Los profesores son de mucha calidad humana. Estoy contenta con la decisión que tomé.