Reconocimiento al esfuerzo y el mérito académico

Con un promedio de 10, Natalia Jimena Caneva cursa la Licenciatura en Relaciones Internacionales en la Sede Rosario, y su distinguido nivel académico la hizo acreedora de la Beca Animal World Veterinaria, en el marco del concurso Mejor Promedio 2019 organizado por el diario Misiones Online de la ciudad de Posadas, junto a otras organizaciones misioneras.

El diploma de reconocimiento fue entregado virtualmente por el propio gobernador de Misiones, Dr. Oscar Herrera Ahuad, y la beca en la categoría “Universidades del Resto del País” por Mauricio Macena, gerente de Animal World Veterinaria. 

“La beca la conocí navegando en internet”, recuerda Natalia y cuenta: “Decidí postularme. Es un proceso bastante sencillo, sin obstáculos burocráticos. Simplemente es necesario declarar el promedio final en un formulario y ellos se encargan del resto. Pasé a una segunda ronda de ganadores provisorios, donde debíamos presentar los documentos que demostraran fehacientemente la situación académica y, unos meses después, llegó el mail que era una de las ganadoras finalistas”.

 

- ¿Cuáles eran los requisitos para poder participar y en que consta el premio?

- El concurso es un certamen abierto a todos los niveles educativos, públicos y privados, de Misiones y del resto del país. Por tanto, al ser tan abierto e inclusivo, el único requisito necesario es estar cursando en algún establecimiento y haber tenido un promedio final de año de 10 o cercano a 10.

Respecto a los premios, en su mayoría son sumas monetarias, salvo para los estudiantes que sean menores de edad, quienes reciben computadoras e impresoras. Por cada categoría puede haber un máximo de 2 ganadores y en mi caso lo hice junto a Mercedes Toledo, una estudiante de Bibliotecología de La Rioja. En principio, cuando hay más de un ganador la suma monetaria debe repartirse en montos iguales pero Animal World Veterinaria, quien es el sponsor, decidió darnos una beca a cada una.

 

Comprometida con la actualidad internacional

Destacada en sus estudios, el mapa de las relaciones internacionales la apasiona. Mientras cursaba el nivel secundario recuerda su participación en varias ediciones del Modelo de Naciones Unidos, por lo que cuando llegó el momento de preguntarse qué carrera elegir, la respuesta fue contundente: “Me gusta representar un país, debatir problemas que aquejan a la comunidad internacional y tratar de llegar a una resolución pacífica mediante la negociación”. Así dio sus primeros pasos en la licenciatura y, aunque comenzó con la ilusión de ser embajadora, conoció todo un mundo nuevo de caminos posibles. “Desde el primer día me enamoré de la disciplina y en la actualidad, con un pensamiento un poco más crítico que cuando comencé a estudiar, reconozco la importancia de la carrera, los roles claves que pueden jugar nuestros profesionales y el potencial de desarrollo que aún tiene en Argentina”, reconoce Natalia.

Luego de iniciar sus estudios en la Universidad Nacional de Rosario (UNR) participó de un intercambio en el Institut d’Études Politiques (Sciences Po) de Bordeaux, Francia, donde conoció otro modelo de enseñanza así como posibles salidas laborales. “Cuando volví a Argentina entendí que la UNR simplemente no se adaptaba al proyecto académico-profesional que yo planeaba y decidí cambiarme. Sabía que la UAI también tenía la Licenciatura en Relaciones Internacionales y comencé a realizar las averiguaciones administrativas. Recuerdo haber hablado con el Director de la carrera, Fabián Lavallén Ranea, quien me comentó sobre las materias, las oportunidades educativas y siempre me recalcó la libertad de propuesta que como estudiante tendría. Eso era lo que buscaba, la posibilidad de explorar la  carrera de la mano de expertos”, comenta Natalia.

 

Presente y futuro

Después de 2 años de cursado confiesa: “Fue una experiencia brillante. Me encontré con muy buena predisposición por parte de todo el personal. Es un ambiente excelente, conocí personas increíbles, con historias de vida muy interesantes, y siempre dispuestas a dar una mano de corazón. Es evidente el potencial académico de los estudiantes de la UAI y espero sea algo que se visibilice con este reconocimiento”, y agrega: “Estoy muy conforme con la metodología de enseñanza, los profesores nos conocen, saben de nuestras capacidades y nos ayudan a explotarlas. Además, podemos dar nuestra opinión y formarnos en un espacio de pares, donde se busca que el alumno salga de su pasividad y vaya construyendo su confianza como futuro profesional. Me parece loable el trabajo de Fabián como Director, no sólo por el tipo de relación que construye con los estudiantes, sino por la visión educativa y valorativa que le imparte a la carrera. Respeto, transparencia, accesibilidad e igualdad de oportunidades son claros lineamientos de su trabajo”.

Desde principios de 2020, Natalia es estudiante consultora acompañando a los alumnos ingresantes en la incertidumbre de la primera experiencia universitaria y los interrogantes generados por la virtualidad a la que mutó el proceso de aprendizaje a raíz de la pandemia. A pesar del distanciamiento de amigos y familiares, Natalia califica como “muy productivo” su año académico. “Me encontré con mucho tiempo libre que lo invertí en webinars, cursos, nuevos trabajos y hasta una Diplomatura en la Universidad de la Defensa Nacional en Buenos Aires. Lo positivo de que sea todo online es que, con una simple videollamada, es posible llevar adelante actividades o proyectos que antes, por falta de tiempo o distancia geográfica, no eran viables”, resume.

Además de sobresalir en sus estudios, es miembro de la Organización Argentina de Jóvenes para las Naciones Unidas (OAJNU), de TECHO Argentina, del Project Management Institute y desde el año pasado, Embajadora Alumni de Campus France. “Me gusta ser útil en mi comunidad, ayudar a gente que está en situaciones desfavorables y ver cómo contribuyo a formar ciudadanía”, revela Natalia.

Para costearse la formación profesional y sus gastos personales es tutora de francés, panelista de Café Internacional (programa radial de análisis político), tutora-docente de un curso de inserción laboral para el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Provincia de Santa Fe, y los fines de semana trabaja como camarógrafa con sus padres, a quienes califica como unos de los pilar para llevar adelante sus estudios. “Ellos son mi mayor apoyo. Nunca faltan sus palabras de aliento, expresándome cuán orgullosos están de mí o su comprensión cuando mi estrés es mayor. Soy la primera de la familia en ir a la universidad por lo que me ayudan en todo lo que pueden, sea económicamente cuando lo necesito o emocionalmente a través de su presencia”, relata.

El futuro lo vislumbra brillante y lleno de proyectos, que incluye graduarse en Relaciones Internacionales, una maestría en Defensa Nacional, una experiencia laboral en el exterior y adentrarse en la investigación, la gestión y la docencia. Un verdadero desafío para afrontar con el mismo esfuerzo, dedicación y aptitud que ha demostrado hasta ahora y que le valiera, beca mediante, el justo reconocimiento a la excelencia académica.