Vocación y formación: dos estudiantes de la UAI comparten su camino en Relaciones Internacionales y Ciencia Política

El compromiso con las ciencias sociales y la búsqueda de un impacto positivo en el mundo son características que definen a Jasmine Bucher Pardieux, estudiante de segundo año de Relaciones Internacionales en la sede Castelar de la UAI, y a Matías Peruzzi, alumno de primer año de Ciencia Política en la sede Centro. Ambos decidieron dar un paso adelante en su desarrollo profesional eligiendo la Universidad Abierta Interamericana como espacio para nutrir sus inquietudes intelectuales y aspiraciones personales.

Desde sus primeros años de secundaria, Jasmine supo que las relaciones internacionales serían su camino. “Siempre me interesaron las ciencias sociales, particularmente todo lo relacionado a otros países. Supe que quería estudiar esta carrera unos años antes de terminar el colegio, pero como era más prominente en universidades privadas, no sabía si podría pagarla”, confiesa y agrega “Por suerte, encontré a la UAI, una universidad con una sede super cerca de mi casa, con un plan de estudios muy completo y me ofrecieron una beca, para poder ayudarme a estudiar

Para Jasmine, lo que hace única a la universidad es su calidez: “La cercanía que siento cada vez que entro a la UAI, cada vez que necesito algo en bedelía o cuando me encuentro con mis profesores, es única. Realmente siento que pertenezco y lo valoro muchísimo”. Este sentimiento de pertenencia también ha sido clave en momentos específicos, como cuando buscaba empleo y una profesora la ayudó a armar su currículum. “No era su trabajo hacerlo, pero me orientó y me dio la confianza que necesitaba. Eso demuestra lo importante que es pedir ayuda, y saber que los profesores están ahí para brindarla”.

La influencia de docentes como Susana Pereyra y Fabián Lavallen ha sido fundamental en su formación. “Susana siempre está al día con las nuevas tecnologías y nos ofrece formas innovadoras de aprender. Hoy somos parte de un grupo de investigación, y conocerla más allá del aula me hizo admirarla aún más como persona. Por otro lado, Fabián hace que cada proyecto valga la pena; sus clases son dinámicas y él siempre me apoyó cuando lo necesité”.

Además de las clases, Jasmine resalta el impacto de las actividades extracurriculares como los Modelos ONU y los congresos, que han ampliado sus conocimientos y le han permitido conectar con otras personas apasionadas por los asuntos internacionales. “Estas experiencias no solo complementan mi formación académica, sino que me preparan para ser una profesional integral. La UAI me incita constantemente a salir de mi zona de confort y a aprovechar cada oportunidad que me acerque a mis metas”.

Cuando se le pregunta qué le diría a alguien que está considerando estudiar Relaciones Internacionales, Jasmine es clara: “Si te interesan las noticias de otros países, si te atraen los idiomas y si te gusta leer, esta es la carrera para vos. Además, es un camino que te prepara para participar en la resolución de problemáticas internacionales y te da herramientas para ser un diplomático de calidad en el futuro”.

Por su parte, Matías Peruzzi encontró en la Ciencia Política una vía para canalizar su compromiso social y su búsqueda de justicia. Desde niño, las desigualdades que presenció en su entorno despertaron en él un deseo profundo de generar un impacto positivo en la sociedad. “Entendí que la forma de cambiar las cosas iba más allá de lo que podía hacer con mis manos. Si quería contribuir a un cambio real, tenía que comprender cómo funcionan las instituciones y el sistema político en su conjunto. Mi pasión por esta carrera es casi como un destino que disfruto recorrer día a día”, reflexiona.

La elección de la UAI fue estratégica para Matías, quien encontró en la universidad un espacio donde combinar calidad académica y accesibilidad económica. “Tuve otras experiencias universitarias, pero puedo decir que en la UAI encontré un acompañamiento único. Las herramientas digitales como el sistema VANEDUC, que facilita la comunicación entre alumnos y profesores, hacen que estudiar aquí sea mucho más enriquecedor”.

Matías también destaca el papel de los docentes en su formación: “Cada profesor que he tenido ha dejado una huella significativa. Pero, si tengo que mencionar a alguien en particular, sería al director de la carrera, Juan Kleywegt. Su compromiso con los estudiantes es admirable; siempre está disponible para resolver nuestras dudas y nos incentiva a participar en debates, congresos y talleres que enriquecen nuestra experiencia”.

Para Matías, Ciencia Política y Relaciones Internacionales no son solo carreras, sino herramientas fundamentales para abordar los desafíos actuales del mundo. “Enfrentamos crisis de representación democrática, conflictos internacionales y desigualdades que afectan a todas las sociedades. Estas disciplinas nos preparan para analizar problemas complejos, proponer soluciones innovadoras y actuar en temas críticos como la gobernanza, la seguridad y el desarrollo sostenible”, explica.

Ambos estudiantes coinciden en que la UAI no solo les ha brindado conocimientos académicos, sino también habilidades prácticas y valores esenciales. Jasmine, por ejemplo, menciona cómo ha aprendido a organizar su tiempo, trabajar en equipo y aplicar las normas APA, mientras que Matías resalta el desarrollo de su pensamiento crítico y su capacidad para analizar temas políticos desde múltiples perspectivas.

Con miras al futuro, Jasmine se imagina participando en iniciativas internacionales que promuevan la cooperación y el diálogo entre países, mientras que Matías aspira a influir en políticas públicas y contribuir al desarrollo sostenible. “Cada paso que doy en esta universidad me acerca a ser el politólogo que quiero ser”, afirma con convicción.

Ambos tienen un mensaje claro para quienes están considerando estudiar en la UAI. Jasmine recomienda aprovechar todas las oportunidades extracurriculares y mantener una mentalidad abierta, mientras que Matías enfatiza la importancia de involucrarse en la experiencia universitaria de manera integral. “El conocimiento es poder, pero también lo es la curiosidad. No tengan miedo de hacer preguntas, debatir y buscar consensos. Es así como se construye una sociedad mejor”, concluye.