Cuerpo, arte y salud

La danza es el lenguaje del cuerpo y para Facundo, el tango es su idioma. Tras un extenso recorrido vinculado a este arte, que incluye varios logros en diferentes competencias y un título universitario, decidió volcarse a la kinesiología manteniendo un vínculo permanente entre el cuerpo y el movimiento.

 

*Facundo Miguel Ruíz Díaz

Mi relación con la danza comienza cuando tenía seis años, en un principio con el folclore y el malambo. Luego deje de lado la danza para dedicarme exclusivamente a competir en malambo, llegando a conseguir grandes sueños, como el campeonato provincial en el Festival Nacional del Malambo de Laborde (Córdoba) durante cinco años, teniendo la fortuna de ser finalista nacional en una oportunidad.

A partir de esta vocación decido mudarme a Capital Federal para comenzar mis estudios en la Universidad Nacional de las Artes (U.N.A.), obteniendo el título de Licenciado en Folklore, con mención en Danzas Folclóricas y Tango. A lo largo del cursado comencé a ver el tango como una danza mucho más nutritiva e interesante, por lo que tomé clases de tango de pista y por otro lado de tango escenario, complementando también con danza clásica y entrenamiento de capacidades físicas. En poco tiempo surgieron mis primeros trabajos en este ámbito, en el “Café Tortoni”, “La Ventana Barrio de Tango” y en “El viejo almacén”.

Con el transcurso del tiempo integré la compañía de Tango de la U.N.A.,  dónde conocí a mi compañera (Agostina Tarchini), y con quien compartí en el año 2013 la final del Mundial de Tango Escenario en el Luna Park, pasando rondas clasificatorias y semifinales entre aproximadamente 250 parejas de todo el mundo, con la interpretación del tema “La Bordona” (Emilio Balcarce), interpretada por la compañía “Forever Tango”.

Mi mayor interés siempre pasó por el tango coreografiado o como se le llama en competencia, tango de escenario, donde si bien predomina el abrazo y las figuras clásicas, también se incluyen trucos y desenlaces del abrazo. La destreza era lo que más llamativo, la velocidad de piernas, trucos con buena técnica y conexión de pareja al mismo tiempo. Si bien me gustan las milongas, ya que son un espacio de práctica y contacto social con otros tangueros, siempre preferí privilegiar el descanso para tener mejor rendimiento, tanto en mi trabajo como en mis ensayos.

Los intérpretes musicales que más me gustan son variados, cada uno me hace expresar una emoción distinta y creo que depende de los diferentes momento de la vida, en una época temas de Pugliese, muy dramáticos, eran mis preferidos y en otros momentos los de Di Sarli o los de Juan D´Arienzo.

Finalmente, en 2016 decido volverme a mi ciudad de origen, Fray Luis Beltrán, y a los pocos días comienzo la Licenciatura en Kinesiología y Fisiatría. Al dejar la competencia de lado me di cuenta lo mucho que me gusta bailar, pero que mi fin es comprender el movimiento del cuerpo humano y poder aplicarlo en todos los ámbitos posibles, uno de ellos es la danza. Pasé por muchas lesiones y fueron mi incentivo para comenzar esta carrera y dejar un poco de lado el baile.  Hoy veo a la danza desde otro lugar.

*Licenciado en Folklore – Alumno de la Licenciatura en Kinesiología y Fisiatría.