La enfermería como acto de amor

“Hoy gracias a la UAI puedo estar cumpliendo mi sueño. Pienso que desde esta profesión se puede marcar la diferencia, ser mejores personas, brindar nuestros conocimientos para contribuir al cuidado de la salud, y sobre todo ser solidarios y tener empatía por el otro”, dice Daniela Salomone, alumna de la Licenciatura en Enfermería de la Sede Rosario.

Esa noble profesión permite valorar y diagnosticar los requerimientos de los cuidados integrales, planificar, evaluar y supervisar la realización de dichos cuidados de acuerdo con las necesidades de las personas y la población en todos los niveles de atención y complejidad, con empatía y compromiso por el bienestar del paciente.

Daniela es oriunda de la localidad santafesina de Rufino y vive en Rosario desde 2017. Luego de haber egresado como Instrumentadora Quirúrgica y estar en contacto con la enfermería en diferentes instituciones de salud decidió formarse como tal. “Elegí la UAI por el prestigio de la misma, su excelente nivel de formación académica, el compromiso de la institución con cada uno de sus alumnos, la inclusión y el reconocimiento académico como egresados que nos permite ser profesionales competentes, responsables, y con valores, habilidades y aptitudes para desarrollarnos en el ámbito laboral”, confiesa.

Actualmente está trabajando en un emprendimiento familiar hasta completar sus estudios, mientras que hasta el año pasado se desempeñó como instrumentadora quirúrgica en una maternidad y una institución de cirugía estética rosarina. También, y antes de su llegada a Rosario, trabajó en un sanatorio rufinense. “Todos estos trabajos me hicieron ganar impulso y fuerzas para hoy estar estudiando enfermería”, asegura y en este sentido agrega: “Puedo destacar las prácticas pre profesionales que me brindó la Institución, aun estando en pandemia, que además de proporcionarnos un aprendizaje continuo nos fortalece como futuros profesionales”

Dentro de la enfermería, Daniela confiesa su predilección por la obstetricia, ya que considera de suma importancia acompañar, cuidar y respetar los derechos de las mujeres gestantes. “Velar por la salud, bienestar y seguridad de una madre y su recién nacido es, a mi parecer, el acto de amor más grande”, reflexiona y plantea continuar formándose para poder ser parte de un equipo de salud.

“Enfermería es única, es amor puro, desarrolla su práctica en todas las fases de la vida y en todos los procesos de salud - enfermedad. Aplica sus conocimientos para el cuidado holístico de las personas, familia y comunidad. Pensando en esta pandemia, pudimos destacar el rol fundamental de los enfermeros y las enfermeras que dejaron todo para estar al cuidado del otro, poniendo en riesgo su vida y la de los seres queridos para hacerle frente a esta compleja situación”, concluye