La kinesiología y la música
Nota de opinión de Franco Cundari, estudiante de la licenciatura en kinesiología y fisiatría de la Universidad Abierta Interamericana.
Hola, ¿cómo están?
Mi nombre es Franco Cundari, soy estudiante de la licenciatura en kinesiología y fisiatría. Actualmente estoy cursando el primer año. Paralelamente, estudio música hace unos años. Comencé tocando el saxofón aproximadamente a los 9 años y con el paso del tiempo se despertó mi interés por la música más allá de un hobby. Continúe incursionando en el piano, guitarra y ukelele, acompañados por el canto. Hoy en día, unifico a la música con otra de mis más grandes pasiones, que es la informática, para producir mis propias canciones en estaciones de audio digitales.
Con respecto a la carrera elegida, siempre tuve un gran interés por las ciencias de la salud, aunque debo confesar que me generaba cierta incertidumbre sumergirme en este mundo. Finalmente me animé y poco a poco despejé mis dudas. Me anoté, y estoy muy contento de haberlo hecho.
La kinesiología, aunque no parezca, está fuertemente vinculada con la música.
Yo considero a la música como una terapia sanadora, alivia nuestras dolencias y despeja la mente; te lleva a lugares nuevos e inimaginables. Para ejercer la práctica de un instrumento utilizamos generalmente nuestras manos, las mismas que usamos para realizar el ejercicio preventivo – terapéutico, que es el concepto fundamental y general de la kinesiología. De esta manera, ya tenemos un punto en común, que es la sanación de cuerpo y mente.
La persona que decide estudiar música y dedica parte de su tiempo a ella, con la práctica adquiere cierta agilidad y fluidez en sus manos, lo que, a mi entender, conlleva a lograr un mejor manejo y precisión de estas. Ejemplificando, el piano es un instrumento cuyas teclas son sensitivas, lo cual quiere decir que responde según la intensidad con la que se presionen. Esto genera que a través de los años y de la práctica, se gane un cierto control o dominio de la fuerza.
Este también sería otro punto en común con la kinesiología, ya que considero que la regulación de la fuerza de las manos en la práctica es muy importante a la hora de trabajar con un paciente.
La música y la kinesiología están hermanadas. Lo más importante de ellas es que ayudan a sanar y brindan nuevas posibilidades para que uno se sienta mejor.
Para finalizar, me gustaría dejarles una frase del filósofo griego Platón que me gusta mucho y siempre veo cuando quiero inspirarme: “La música da alma al universo, alas a la mente, vuelos a la imaginación, consuelo a la tristeza, y vida y alegría a todas las cosas”.