La Licenciada Paula Amiano habló de nutrición de adultos mayores en Canal 9

Se sabe que alimentarse no es lo mismo que nutrirse y allí radica la importancia de contar con un profesional que pueda explicar los requerimientos para cada necesidad y momento de la vida. En este sentido, la Lic. Paula Amiano, directora de la carrera Nutrición de la UAI, fue entrevistada en Canal 9 donde habló de la comida en la tercera edad y la importancia de llevar un buen plan de alimentación.

En el programa Conexión Jubilados, la profesional destacó que la Organización Mundial de la Salud considera a una persona mayor de sesenta años como un “adulto mayor” y tiene necesidades diferentes que los más jóvenes. Está en una etapa de la vida donde su composición corporal se ha ido modificando y es lo que los licenciados en nutrición tratamos de tener en cuenta para aconsejar cómo nutrirse bien. Más allá de los cambios naturales que sucederán, para poder enfrentarlos y prevenir la aparición de algunas enfermedades propias de la edad”, estimó la profesional.

Una alimentación saludable debe prevenir enfermedades pero también mantener la salud”, definió Amiano. Los nutricionistas cuentan con herramientas conocidas desde muy temprano en su carrera como para pensar en un plan de alimentación armónico. “Esto tiene que ver con la proporción entre los nutrientes adecuada, válido para cualquier edad y más para el adulto mayor, dijo.

Además, dicho plan debe ser suficiente en cuanto a cantidad y óptima en calidad, para que cubra de todo un poco. También tiene que ser adecuado, una palabra clave. “Hay que adecuarnos al momento biológico en el que está esta persona, a su cultura, a su nivel socioeconómico y a sus gustos”, sostuvo Amiano.

Respecto de si comer saludable es caro o no, algo que se puede escuchar diariamente en la calle, estimó que “cuando uno no conoce del tema o no está bien asesorado, se interpreta así”. Uno de los tips que destacó para combatir esto es recurrir, por ejemplo, a la estacionalidad de los vegetales: “Vamos a poder conocer qué nutrientes nos aportan los alimentos para poder elegir en verano uno, en invierno otro y que nos aporten los mismo”.

 

 

"Los nutricionistas preferimos hablar siempre de nutrientes más que de alimentos y esto trasciende culturas, niveles socioeconómicos y demás" aclaró la nutricionista.  Se destacan tres grupos de nutrientes: carbohidratos, grasas y proteínas.

El primer grupo es a los que la gente conoce también como glúcidos. “Muchos le temen porque piensan que aportan tanta energía que luego deviene el sobrepeso como condición, pero en realidad la mitad del valor calórico diario de un adulto mayor deben ser de este grupo”, afirmó la docente de UAI.

Respecto de las grasas, también llamadas lípidos, destacó que existen distintas variedades y calidades, y que los profesionales recomiendan las vegetales: aceites, frutas secas o semillas. “Aportan grasas de buena calidad, energía y nos dan antioxidantes, que previenen el envejecimiento celular. Si hablamos de un momento biológico donde las células trabajan a una velocidad diferente y estas cambian, es algo útil”, sentenció.

Las proteínas también están presentes en el reino vegetal y animal, pero son las segundas las más completas. Estas están en todos los grupos de carnes, lácteos (leches, yogures y quesos) y huevos, donde están las de mayor calidad. Luego hay en legumbres como las lentejas, garbanzos o soja, que también aportan proteínas que sirven para reparar lesiones y “sostener la masa muscular, que es algo que en el adulto mayor está disminuyendo”, siguió.

Por último, la Amiano destacó, entre otros temas a la importancia de la fibra y la hidratación. Ambas son muy importantes para todas las personas, pero en especial para los adultos mayores. Las primeras se encuentran en las frutas, verduras de hojas y cereales integrales y lo que hace la fibra es disminuir la absorción de los azúcares y grasas. “Si estamos ante una persona que además padece diabetes o colesterol alto, por ejemplo, la fibra ayuda como un efecto barrido. También previene la constipación”, detalló.
 
En cuanto al consumo de agua estimó que es algo “esencial”. “En ese momento particular de esa población mantenerse hidratado es una de nuestras metas más importantes. De por sí, tienden a deshidratarse más fácilmente y mucha gente no tiene la sensación de sed educada, por lo que toma poco. Tenemos que prevenir la deshidratación antes de que esta llegue”, concluyó la licenciada Amiano.

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