El Doctorado en Educación Superior Universitaria se prepara para una nueva modalidad

El Dr. Claudio Rama Vitale, director del Doctorado en Educación Superior Universitaria interinstitucional de titulación conjunta entre la Universidad Abierta Interamericana, la Universidad Austral y la Universidad Nacional de Río Negro, contó sobre el éxito del primer año y sobre cómo se prepara el curso para una nueva modalidad de cursada y la segunda cohorte de alumnos.

El mismo se desarrolla en el marco de la Red de Estudios en Educación Superior (REES), reconocida por CONEAU, y está centrado en la diversidad como eje de la construcción de conocimiento y competencias de calidad y que se expresa un enfoque interinstitucional (tres universidades en la gestión), intersectores (una pública y dos privadas), interregiones (tanto Buenos Aires como interior), e internaciones (equipos de Argentina e internacional). Para obtener más información sobre este curso de posgrado hacé click acá.

El carácter interinstitucional del Doctorado se inscribe en el objetivo de construcción de un programa que supere las limitaciones de paradigmas endogámicos u homogenizadores en la creación y el acceso al conocimiento”, definió Rama, quien también es ensayista, economista y docente, especializado en temas de gestión y políticas de educación superior de América Latina.

¿Cómo evalúa que fue la experiencia del primer año del Doctorado?

El inicio de todo programa es de hecho el testeo entre el diseño intelectual de una propuesta y la realidad de las necesidades de los procesos de formación. Cuando se diseña un programa, de hecho se esta teorizando sobre las demandas y realizando diversos supuestos sobre las caracteristicas de los potenciales estudiantes y sobre sus necesidades. En este caso, el doctorado se pensó en un dictado quincenal y con una carga docente muy focalizada en la atención casi individual de los estudiantes a su proyecto de tesis desde el inicio. La realidad mostró sin embargo un escenario diferenciado de la demanda que derivó en algunos ajustes en términos de la forma de cursada y de la carga académica presencial.

¿Cuál fue el comentario general de los alumnos durante esa experiencia?

La primera cohorte correspondió a un curso intensivo con participación de estudiantes de Ecuador y la recepción fue altamente positiva. Bajo el formato de la legislación ecuatoriana, todos los estudiantes deben de tener maestría para poder cursar el doctorado y existe un incremento en las posiciones académicas de aquellos profesionales con título doctoral, con lo cual se estructuró un curso relativamente homogéneo de estudiantes altamente motivados. Ello favoreció incluso un enfoque más amplio y regional. El inicio de la pandemia impacto sin embargo en los últimos días de cursada ya que Ecuador cerró las fronteras del país, lo cual obligó a un regreso muy apresurado de los estudiantes e incluso algunos tuvieron problemas de coordinación de vuelos y donde la Universidad contribuyó a resolver algunos problemas de logística.

¿Cómo se organizó el posgrado baja la nueva modalidad virtual?

Recién este año con el dictado de una nueva corte y al amparo de las normativas emitidas por el Ministerio se estructuró el dictado en forma virtual específicamente para los nuevos estudiantes de un grupo de estudiantes fundamentalmente de Argentina. Como en todas las instituciones ello implicó dificultades que se fueron subsanando gracias a las tecnologías y las plataformas que dispuso la UAI y la acción protagónica de los docentes, así como a los procesos de capacitación. El traslado de la oferta presencial a la oferta virtual fue relativamente fácil, en tanto esta modalidad nueva de educación virtual sincrónica, tiene muy alta concordancia con los formatos presenciales. Sin embargo, el Doctorado tiene en perspectiva futura presentar a la CONEAU la solictud de una oferta en formato híbrida. Estamos asistiendo a un cambio de la modalidad tradicional ya de la educación virtual apoyada en plataformas estamos pasando a una modalidad virtual que además de plataforma se apoya en clases sincrónicas

Al ser interinstitucional: ¿Cómo logran coordinar las necesidades de las tres universidades?

Hay un comité que está conformado por los rectores y sus representantes que sigue a la marcha cotidiana de los temas. Es una experiencia que se está recorriendo en establecer procesos de informes y seguimientos y que contribuye en forma positiva a diversas miradas y que redunda en una mayor calidad. En la medida que se supervisa al doctorado desde diversos enfoques e instituciones, ello contribuye a un mejor funcionamiento. En escenario de una múltiple supervisión y dependencia, impone más claramente la realización de informes y de cuidado en las decisiones. Es una forma de gestión en red que requiere también muy claramente el control abierto de los procesos económicos y administrativos, pero al tiempo de establecer los grados de libertad necesarios de la gestión. Es un equilibrio interesante.

¿Qué tipo de profesionales aplicaron esta vez y cuántos alumnos habrá en este año?

Hay una gran diversidad de estudiantes docentes de las universidades organizadoras del Doctorado, más alguna presencia de estudiantes de Uruguay, Chile y Ecuador que en el marco de ser un programa intensivo encuentran conveniencia en este formato.

¿Cómo mantienen actualizados los temas y materiales con lo que ocurre en otros lados del mundo?

En general, la selección y la participación de los docentes ha estado en el centro de la actualización. Todos ellos son profesores de nivel muy especializado con alta producción académica e insertos en redes internacionales, lo cual garantiza esos requerimientos globales. Estamos muy contentos con los equipos que provienen de las diversas universidades que ya tenían previamente equipos de investigación en el marco de la Red que impulsó el doctorado y de la Revista Debate Universitario que dirige Osvaldo Basky, que es el Coordinador Académico del Doctorado.

¿Creé que la pandemia va a cambiar o ya cambió la manera de organizar o planificar la Educación Superior?

La pandemia tarde o temprano terminará, pero las experiencias, los avances tecnológicos y las capacidades y prácticas docentes que se crearon van a seguir. Sin duda, las formas del teletrabajo docente y estudiantil se van a seguir desarrollando, tal vez con mejores sistemas de seguimiento automatizado y de evaluación supervisadas.

¿Qué cosas positivas se pueden rescatar de la no presencialidad a la hora de enseñar?

La no presencialidad permite lograr una mayor diversidad de docentes y de enfoques al posibilitar intercambios con docentes de otros países. Al tiempo que acerca a las competencias necesarias de teletrabajo que caracterizarán crecientemente a la docencia y el trabajo académico. Estamos, además, incorporando que en cada uno de los cursos se tenga al menos una clase dictada en forma virtual por docentes del extranjero que estén especializados en el tema específico y que sean referentes, y que permitan a los estudiantes un enfoque incluso más cercano a su propia realidad.

¿Cómo evalúa que fueron las decisiones en educación durante la pandemia en el país?

Creo que en general, la pandemia ha impuesto criterios más firmes y claros como son los de tipo sanitarios, y al mismo tiempo ha contribuido a que las instituciones tengan más autonomía y libertad para responder con agilidad a los desafíos que la pandemia ha planteado. Es un cambio de regulación que está impulsando lógicas virtuales gracias a nuevas tecnologías de comunicación sincrónicas y al tiempo a una mayor libertad que ha dado mayor resultado y más pertinencia de las instituciones a las demandas. En el nivel doctoral como las evaluaciones tienden a ser trabajos académicos no se atraviesan los temas de la evaluación virtual que continúan siendo altamente complejos en el ámbito virtual en forma sincrónica.