Bodas de plata para la carrera de Musicoterapia

Por Iván Fernández *

Hace ya 25 años que desde la Universidad Abierta Interamericana se asumió el desafío de brindar una oferta de grado en Musicoterapia, en la Sede Rosario.

Por supuesto, todo inicio tiene detrás una historia que lo hizo posible. El diseño y puesta en marcha, por parte de un colectivo de musicoterapeutas, del plan de estudios iniciado en 1996 no fue una excepción. No hubiera existido la actual licenciatura sin el trabajo de años de muchas/os musicoterapeutas en el país y, por supuesto también, en el mundo.

Tampoco hubiera sido posible nuestra carrera sin los colectivos de trabajadoras/es de la salud (particularmente de la salud mental), la cultura y la educación que desplegaron sus prácticas en Argentina y Latinoamérica en búsqueda de un hacer clínico y educativo, humano y democrático.

Pero la historia de las formaciones universitarias no es sólo la historia de las instituciones. ¿Qué es un proceso de aprendizaje de una profesión o (prefiero el término) de un oficio? Sin duda es un desarrollo en la formalidad del sistema educativo. De hecho, nos encontramos hoy conmemorando 25 años de existencia de una carrera de nuestra disciplina institucionalizada en una Universidad. Pero, creo, el aprendizaje de una profesión está dado, fundamentalmente, por la elaboración colectiva de preguntas de conocimiento, por la puesta en marcha de interrogantes sobre el saber-hacer en Musicoterapia. Podemos pensar que, en este tiempo, hubo aprendizaje en los lugares en los que esas preguntas estuvieron vivas, y esta perspectiva excede en mucho lo que haya ocurrido en las aulas.

La actualidad nos encuentra en la necesidad de nutrirnos de todas esas historias en las que hubo producción colectiva de preguntas porque, fundamentalmente, estos 25 años tienen que revisar un presente y trabajar por un, o varios futuros.  Hay diálogos aconteciendo, muchos de ellos iniciados por estudiantes, con las perspectivas de género, con el pensamiento decolonial, con la crítica al capacitismo, con las músicas y expresiones artísticas populares, etc., que auguran y proponen transformación y esperanza.

El presente nos encuentra apostando por la producción de muchas musicoterapias, invitando a toda aquella, a todo aquel, a tode aquelle, que se sienta convocada/o/e. Y son invitaciones con carácter festivo, en el sentido de celebración que puede tener el crear y recrear un hacer en salud desde el arte, un hacer en salud que pueda ser pensado desde el cuidado de la vida.

*Director de la Licenciatura en Musicoterapia – Sede Rosario