Qué es el "Ensamble Abierto Permanente y Socio-comunitario", un espacio de Musicoterapia donde todos pueden entrar

La música une". Con esta máxima como estandarte, la Licenciatura en Musicoterapia de la Facultad de Psicología de la Universidad Abierta Interamericana, creó el espacio llamado "Ensamble Abierto Permanente", dedicado a los alumnos de la carrera, pero disponible para quien esté interesado.

La actividad está coordinada por los docentes de la carrera Mauro Bértola y Joan Leanza y para ser parte del Ensamble se puede contactar al mail: ensamble.mt@gmail.com.

"Surge porque la musicoterapia es una disciplina que se sirve de la música para abordar procesos de salud, comunitarios, educativos, pedagógicos y el ámbito de acción es muy amplio. Pero creemos desde la Universidad que es fundamental que los egresados puedan tener la música lo más trabajada y ejercitada posible", explicó Leanza.

Según clarificó, la idea es "potenciar la experiencia de los estudiantes de la carrera en la música". "Creemos que sin esa pata musical o si está medio floja, el trabajo es más difícil después", continuó.

"Los estudiantes que llegan lo hacen con diferentes perfiles en cuanto al hacer musical. Entonces, como es complejo este perfil colectivo de estudiantes, tratamos de ofrecerles experiencias y recursos musicales para que puedan desenvolverse en varios ámbitos de ejercicio con vistas al futuro profesional", siguió el docente.

El ensamble nació en el año 2016 y se instauró como proyecto de extensión en los años posteriores. Ahora tiene categoría de "voluntariado", para que los alumnos que quieran puedan participar en el hacer musical.

Antes de la llegada del coronavirus, se juntaban en el estudio de la carrera en la sede de Almagro, donde hay bajos, guitarras, percusiones, consolas, micrófonos, percusión y más. Hubo un tiempo en que se realizaban conciertos en lugares que abiertos en los que iban las familias de los estudiantes, bandas de los profesores y hasta público de otras facultades.

Con una realidad distinta, durante la pandemia se encontraron los sábados por Zoom. "Al principio nos juntamos a charlar sobre propuestas, ideas o proyectos para el grupo y a partir de junio pudimos juntarnos en la facultad", contó el coordinador, que dijo que la idea es poder continuar yendo y que ya hay pactados dos encuentros para septiembre.

En los encuentros presenciales lo que se hace básicamente es tocar. "Ahora específicamente estamos con una canción de Soda Stereo que se llama 'Té para tres'. Estamos con canciones del gusto de los participantes, que se proponen en el día y buscamos los acordes e intentamos cantarlas. Después, hay momentos de improvisación en los que tocamos alguna base armónica o rítmica y es un espacio de exploración", contó.

Leanza dijo que una vez por mes invitan a alguien que no sea de la facultad para que les brinde a los alumnos un saber específico. "Hicimos un taller de construcción de instrumentos, una jornada para despejar dudas sobre grabación digital en plataformas online y también un taller de candombe dictado por Bernardo Santiago", detalló.

Según su mirada, se hace muy difícil tocar por Zoom. "Hay una especie de retardo, además el micrófono reproducido en cada computadora lleva una distorsión de lo que en verdad está sonando. Entonces, lo que estamos buscando es que lo virtual sea un punto de encuentro que sirva, no que sea algo que sea muy largo y que canse, porque sabemos que los estudiantes cursan por esa plataforma. Lo que buscamos es que nos abran y no tanto que se cansen", explicó.

Según contó, esto también tiene que ver con abordar otras plataformas del hacer musical colectivo, como Bandlab, en la cual cada estudiantes podía grabar desde su casa. “De esta manera sorteamos el obstáculo de hacer música en lo virtual, y con el apoyo de la Universidad, este año estamos pudiendo sostener la tarea en lo presencial respetando los protocolos vigentes”, aseguró el profesor.

La idea del "voluntariado" les llegó este año y "es un cambio que está bueno", dijo. "En los años anteriores no lo veíamos así y ahora estamos viendo de qué manera adaptarnos. No es obligatorio, es abierto y puede participar cualquiera en el momento que lo desee. La entrada y la salida es libre. Ahora estamos con un grupo estable que se enganchó con la tarea, y somos aproximadamente entre 10 y 15 personas".

"Nosotros pensamos que los voluntarios o los referentes puedan ser uno de cada año, como para que generen el tejido de una red y que las actividades del ensamble puedan difundirse y circular, y llegar a cada año de la carrera", aseguró. Y concluyó: "Más allá de lo que se puede conocer como ensamble, que uno se puede imaginar un grupo de personas donde cada uno toca un instrumento, lo que intentamos es ensamblar los diferentes perfiles".