“La palabra es caprichosa, ella elige como expresarse”

Días atrás, tuvimos oportunidad de entrevistar en su Estudio Jurídico al Dr. Claudio Carlos Volpintesta, quien ejerce en forma liberal su profesión de Abogado, repartiendo además su tiempo con sus tareas de Escritor y Periodista.

Él ha publicado a través de UAI EDITORIAL su libro "Borradores de Wagea" (2016), que consiguiera un notable suceso, obra que fuera declarada de interés cultural en el Municipio de Presidente Perón y fuera presentada en la Feria Internacional del Libro en Buenos Aires en abril de 2018, en el marco del lanzamiento público de la colección "Periodismo y algo más”, coordinada a través de la Facultad de Periodismo de la Universidad Abierta Interamericana, a cargo de la Lic. Jesica Ferradas.

En 2020, UAI EDITORIAL publicó "Antiguos cristales rotos", la más reciente obra de Volpintesta, la cual puede hallarse en formato e-book en la Biblioteca Virtual de la Universidad. La sorpresiva irrupción de la Pandemia por Covid-19, postergó momentáneamente su edición en formato papel.

"Uno nunca sabe en qué momento van a aparecer las letras, no es que te proponés sentarte a escribir. Hay una pulsión interna inmanejable. Me ha ocurrido cientos de veces, que me he encontrado realizando mis labores habituales de Abogado y repentinamente, se me representaron escenas e imagenes con la impostergable necesidad de tener que plasmarlas en un papel".

¿Usted prevé estilos y formatos al momento de realizar sus escritos?

"No. De ninguna manera. La palabra es lo suficientemente caprichosa y volátil y es ella la que elige en qué formato desea expresarse mejor. Puede ser una poesía, una prosa, un ensayo, una leyenda, no hay un estilo definido, irrumpe de manera impensada, a veces en momentos absolutamente inadecuados y hacia ella vamos, nos dejamos llevar por sus designios".

¿Cómo llegó a ser escritor?

"No lo sé, no podría contestarte esa pregunta. Me recuerdo de muy chico, con un cuaderno de 8 hojas que me regalaron, escribiendo "Las hormiguitas toman el té", tenía 5 años, estaba empezando primer grado de primaria y escribí toda una historia de las hormigas, me despertaba mucha curiosidad sus vidas, me imaginaba toda una ciudad armada por ellas debajo de la tierra...con el tiempo descubrí que no estaba demasiado alejado de la realidad. Escribir fue algo muy natural en toda mi vida. En todos los actos escolares, era el encargado de armar los textos relacionados con las fechas patrias. En 1978, mi padre funda el Periódico “LA Voz” de Guernica, primer medio de difusión gráfica del lugar y me pide que escriba las columnas deportivas del Periódico. Y así nace mi relación con el periodismo, labor que desempeñé desde 1978 hasta 2009 en forma ininterrumpida en LA VOZ, como Secretario de Redacción hasta 2008 en que fallece mi padre y como Director, luego, hasta fines de 2009, en que el periódico dejó de aparecer".

¿De qué trata "Borradores de Wagea"?

"El título tiene que ver con una leyenda doblemente apócrifa. Uno, porque no es una leyenda y dos, porque tampoco es apócrifa. Es decir, ni siquiera existe. Pero la idea fue crear una suerte de Génesis humanista, defendiendo en cierto modo esto que somos los seres humanos. Wagea es una voz de las antiguas tribus que habitaban las islas de la Polinesia, que significa "Dios". Todo sucede, cuando ese Dios hippie y melenudo está en su atril del universo, diseñando a la criatura a quien va a confiarle la custodia del mundo que ya había creado.

Va realizando bosquejo tras bosquejo y se impacienta, porque no termina de pulir sus defectos. En eso, un viento intempestivo lo sorprende y sus borradores aterrizan en la tierra.

Y así nace el hombre tal cual lo conocemos en la actualidad. Colmado de defectos más que de virtudes. Es una mirada sarcástica acerca del presente de la humanidad, pero a la vez es una visión esperanzadora. Es como decir: ok, somos esto, pero también somos nosotros mismos los que tenemos la llave para ser algo mucho mejores que esto."

¿Por qué está escrito en poesía? ¿Qué lo llevó a escribirlo de esa manera?

"Tengo una relación muy especial con la poesía. Me parece el método más difícil para contar historias. Me gustan las metáforas contundentes, aquellas que te conmueven por dentro, que te despiertan alguna controversia. De algún modo, haber leído tanta poesía desde chico, desde Alejandra Pizarnik a Oliverio Girondo, pasando por Rimbaud, Baudelaire, es decir "la poesía maldita francesa", me fueron marcando un camino que, consciente o inconscientemente, habrán influido en mi forma de escribir".

Describieron a "Borradores de Wagea" como que "hará sonreír, añorar, meditar, pero por sobre todo soltará amablemente nuestra fantasía y la echará a volar" ¿A qué se debe eso?

"Esa es una buena pregunta para mi amigo Alejandro (Suarez), el autor del texto de contratapa. Supongo que sí, que pasa por ahí. Cada letra es un disparador de emociones y puede que muchas veces te sientas reflejado, hay muy poca abstracción en general -si bien la hay, en su justa medida- de manera que las historias que ves reflejadas, bien pueden asociarse a situaciones muy cotidianas. Que a menudo son recuerdos de tiempos idos, en otras se enfocan sobre las vicisitudes del presente y en otras ocasiones, también se animan a vislumbrar el futuro".

¿En qué lo ayudó la UAI para poder realizar la publicación?

"Estoy muy agradecido a UAI EDITORIAL por su interés en publicar mi obra, hace ya 5 años que pertenezco al staff de escritores de "Periodismo y algo más". Yo sólo me limité a enviarle los originales y el arte de tapa. Del resto, ellos se encargaron absolutamente de todo. Diseño, corrección, marketing de la obra, presentaciones, distribución. Me ha dado la tranquilidad y la satisfacción de contar con el respaldo académico y editorial de UAI, lo cual me llena de orgullo y felicidad. Además del excelente ambiente de trabajo que se conformó con el grupo de gente que da vida a estos proyectos, sumamente profesionales y responsables. Da gusto trabajar así".

¿Publicó algún otro libro? ¿Está trabajando en otra obra?

"Anteriormente a "Borradores de Wagea", en 2013 publiqué en forma independiente "Desdémona y las antiletras", que se podría decir que es un homenaje a la lucha feminista en todos los ámbitos, pero de modo muy bucólico y naif, dotándolo de un perfil ingenuo, pero con un meta mensaje muy claro, en favor de los derechos de las mujeres, desde el respeto y desde la empatía. Anteriormente a esa obra, publiqué separatas poéticas, tales como "Hoy el mundo quiere paz" (1984), "Distintos infinitos" (1987), "Día de los Crisantemos" (1989) e infinidad de publicaciones en diarios y revistas literarias. En la actualidad, estoy terminando dos libros, pero prefiero comentarles las novedades más adelante.

Usted es abogado ¿Como relaciona su profesión con la literatura? ¿Y con el periodismo?

"Son facetas muy relacionadas, fijate que todas tratan de cuestiones humanísticas. El hombre es una sola entidad en sí mismo y la sumatoria de múltiples factores nos componen. El abogado te ubica en un lugar donde debes utilizar argumentos convincentes y debés emplear la mayor concentración de tu ser para conseguir el resultado que los derechos de tu cliente esperan receptar. La literatura es un conjunto de válvulas de escapes que te permite fluir hacia universos maravillosos y el periodismo, en mi caso gráfico, posibilita apoyarse en aquellas herramientas con los que uno ya dispone, para poder contar la realidad o al menos, lo que uno observa de la realidad, con una mirada propia, crítica y equidistante. Sin patrones. En la única dirección hacia la cual confluye tu conciencia".